El sector alimentario nutre las exportaciones y alivia el hambre de buenas noticias para la economía española.
España es la octava potencia en exportación de alimentación y bebidas, la cuarta dentro de la Unión Europea. El empleo aumenta en un sector que crece en internacionalización
Aida Acitores de la Cruz
17 de Mayo de 2014
La famosa cita “somos lo que comemos” suele ser un eslogan recurrente en dietética y nutrición, pero también puede aplicarse perfectamente a la economía. La Marca España se nutre –y nunca mejor dicho- del sector agroalimentario, que ha vuelto a demostrar su liderazgo como industria pujante en las exportaciones.
El último informe de comercio exterior del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente muestra que el superávit del sector agroalimentario y pesquero creció un 21,4% interanual en febrero, hasta los 1.088 millones de euros, un buen dato que el Gobierno justifica en el incremento de las exportaciones, que superaron los 3.300 millones de euros en ese mes.
Ello supone, por ejemplo, que los alimentos y las bebidas que exportamos tengan más peso en la economía que sectores como el de la automoción o la industria química, y sólo sean superados en exportaciones por los bienes de equipo.
En todo 2013, las exportaciones agroalimentarias y pesqueras ascendieron a 36.286 millones de euros, lo que representó el 15,5% del total de exportaciones de bienes del país.
Gracias a ello, España se situó en el octavo lugar del ranking mundial de países exportadores agroalimentarios de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el cuarto dentro de la Unión Europea.
Las frutas y las hortalizas españolas son el alimento que más enriquece estas buenas estadísticas: en conjunto, se producen 27 millones de toneladas al año y se exportan por valor de 11.800 millones de euros.
A pesar de este dato positivo, los productores consideran que aún se puede mejorar la situación de las empresas españolas, mediante «un apoyo de la Administración que facilite la internacionalización del sector», según destacan desde FEPEX, la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas.
Los productos cárnicos, por su parte, alcanzan unas exportaciones de 4.200 millones de euros al año y 5,5 millones de toneladas en producción, según los datos de Marca España.
Buena parte de ese éxito se lo debemos al jamón serrano, cuya exportación creció en volumen un 16,4% en 2013, hasta las 31.072 toneladas, y un 16,6% en valor hasta los 277 millones de euros.
A pesar de ese crecimiento, cayó la venta de jamón fuera de la Unión Europea, mientras que aumentó dentro de Los 28 en un 21,8% en volumen, gracias en gran medida al esfuerzo por comunicar mejor. «El mayor conocimiento de la categoría del jamón curado español por parte del consumidor europeo, unido a la inexistencia de barreras arancelarias y la fuerte competencia en precios que se ha verificado en esos mercados, explican esta evolución tan positiva», valoran desde el Consorcio Serrano.
Nuestro vino y nuestro aceite de oliva son también grandes embajadores de la Marca España, ya que se producen entre 40 y 50 millones de hectolitros al año del primero (2.800 millones de euros al año en exportaciones) y 1,5 millones del segundo (que se exporta por valor de 2.000 millones de euros al año).
Alimentando el empleo
Mientras estos datos alivian el hambre de buenas noticias en el ámbito del crecimiento económico, la tendencia en la contratación dentro de esta industria alimenta el optimismo.
Las industrias de la alimentación generaron el pasado mes de marzo un total de 34.450 contrataciones, lo que supone un crecimiento interanual del 165,20%, situándose como la cuarta actividad económica con tendencia positiva en la contratación. A ellas se suman, en el mismo mes, las 2.905 contrataciones del sector de la fabricación de bebidas, que creció un 103,57% interanual, según los datos del Observatorio de las Ocupaciones. En Granada, Huelva, Lérida y Zamora fue el sector con un crecimiento porcentual mayor de contrataciones en el mes de marzo.
Una evolución especialmente relevante si se tiene en cuenta que el 96% por ciento de la industria agroalimentaria está compuesta por Pymes.
¿Crees que el sector de la alimentación y bebidas tiene un potencial importante para la recuperación económica?
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