En la última entrada, en la que analizamos los principales índices internacionales, comentábamos la situación del EuroStoxx diciendo lo positivo que sería para el selectivo europeo la rotura de la directriz bajista de 2015.
Las noticias que han marcado la actualidad político-económico en Europa no parecían muy buenas: un «no» al referéndum constitucional en Italia, y la confirmación de que el BCE comenzaría a reducir estímulos podían dar algo de miedo, sin embargo la semana ha sido muy positiva. Es cierto que lo de Italia se descontaba toda la semana anterior (por una vez las encuestas han acertado) y que los estímulos aún rebajados continuaban por más tiempo, algo seguramente también descontado. Es más, realmente no había miedo: las encuestas de sentimiento sin marcar euforia están alejadas del pánico, y la volatilidad está en niveles muy bajos. Seguramente al mercado ya no le asustaban estas situaciones después de los sustos innecesarios con Brexit y Trump.
Como hemos comentado al principio, estas subidas, que se han dado en la mayoría de índices, han supuesto una señal técnica importante para el EuroStoxx:
Llevaba casi un año moviéndose en un lateral con el epicentro en los 3.000/3.030 puntos nivel que no acababa de perder, pero que no podía consolidar por arriba. La directriz bajista que comenzó en abril de 2015 había marcado los máximos de las cinco semanas anteriores y ya estaba apunto de cruzarse con el soporte por lo tanto podía haber movida, y la ha habido: subidón del 6% en una semana, rotura de la directriz y consolidación por encima del 3.000.
¿Qué podemos esperar ahora?
La situación de fondo para la bolsa europea será muy positiva durante un tiempo:
- Valoraciones muy atractivas, mucho más que en bolsas norteamericanas.
- Políticas monetarias expansivas que dan más beneficios a las empresas.
- Exceso de liquidez en el mercado, y además habrá más con la huida que va a haber de renta fija.
También es cierto, que no se puede descartar un throwback tras una subida tan potente que además se ha producido sin miedo. El primer soporte se podría encontrar en 3.100; pero incluso un recorte de nuevo hasta 3.030 no debería variar nada.
De esta forma podemos encontrar tres escenarios, dependiendo de qué tipo de inversor sea cada uno:
- Inversor cortoplacista: Esperar el recorte comentado, o si su estrategia se lo permite utilizar los 3.100 como stop. En cualquier caso, debería estar acorde con un objetivo de 3.300 (máximos de 2015).
- Inversor medioplacista: Aprovechar las buenas condiciones actuales, asumir el posible throwback y buscar un objetivo de 3.50o; protegiéndose en caso de pérdida consolidada de los 3.000.
- Inversor largoplacista: La situación es muy cómoda para ellos, el soporte estaría en los 2.670 (mínimos tras Brexit y petróleo y 61,80% de la subida 2011-2015) y el primer objetivo en el máximo de 2015 (3.800) aunque sin descartar cotas superiores. Eso sí, mucho cuidado que la subida no sería eterna: precisamente toda la recuperación basada en exceso de liquidez puede ser peligrosa, y las empresas sobreendeudadas cuando los tipos estén altos otra vez pueden sufrir, seguramente en esa época las encuestas de sentimiento sí marcarán euforia; será el momento ideal para salir «por patas».
En fin, parece que es el momento tras un año lateral en que las bolsas europeas se están despertando de su letargo. Así que quien esté bien situado y no haya perdido mucho en la caída de abril’15 a enero’16 y luego en la lateralidad de enero’16-diciembre’16 puede estar en la pole-position para empezar a recoger frutos.
@luisgarcialanga
AulaFinanzas.com
- La hora de la siesta para el Ibex? Por Luis García Langa - 7 abril, 2019
- Más incertidumbre política para el Ibex. Por Luis García Langa - 27 mayo, 2018
- ¿Los soportes aguantan el pánico? Por Luis García Langa - 3 marzo, 2018
Deja una respuesta