Para muchas empresas, la exportación se ha convertido en la única vía de supervivencia a través de la era digital y de la globalización que llevamos años viviendo. El mercado regional o nacional a menudo ha llegado a cifras de saturación que provocan que la competencia sea feroz, y los precios se ajusten a la baja para poder mantener la cuota de mercado. Además, con la llegada masiva de grandes empresas y la tendencia a la compra en centros comerciales de muchos de los productos de uso cotidiano, las pequeñas y medianas empresas están teniendo serios problemas para conservar su clientela. Ahora bien, Internet es un canal de venta que democratiza en parte las posibilidades de llegar al cliente potencial que en la tienda física pudieran estarse perdiendo. ¿Sabes cómo exportar? ¿Y qué errores no debes cometer en lo referente a la cultura del país de destino?
Cómo exportar a menudo tiene que ver con la forma en que se van a comercializar los productos fuera de las fronteras nacionales. Puede ser bajo la misma licencia o marca, o bien a través de distribuidores, marca blanca, franquicia… La forma dependerá de las conclusiones que se extraigan en el plan comercial y el estudio de mercado que se lleve a cabo.
Pero el cómo exportar también tiene mucho que ver con la cultura del país o región objetivo, pues son muchas las empresas que han fracasado por no entender y valorar el peso de la tradición y los valores o psicología del consumidor al que se marca como mercado objetivo.
¿Qué es el cross cultural?
Es la forma en cómo se vende en otros países y en cómo se entiende las múltiples culturas que pueden convivir en él. Entenderlo va mucho más allá de pensar que nuestro producto vale para todo el mundo, y es que hay que conocer las tradiciones, los gestos, la forma de negociación y el ritmo de cada relación personal en lo referente al trabajo. Contratar gente nativa que complemente un posible equipo con mayor recorrido puede ser una buena alternativa para combinar conocimientos específicos de la empresa y los productos junto a las claves para entender en mayor profundidad el territorio de destino.
Muchas e importantes son las empresas que no han sabido valorar el cross cultural a la hora de aterrizar en un nuevo país o región con tradiciones particulares. Y es que para muchos casos, un país no tiene por qué ser el límite a una cultura, siendo pequeñas regiones y sus peculiaridades determinantes a la hora de implantar con éxito una política de exportación.
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