Barcelona es una de las ciudades más cosmopolitas y atractivas de Europa. Sin duda los focos de atención se los lleva el centro con paseos tan espléndidos y cargados de ofertas lúdicas como el Paseo de Gracia, Las Ramblas, el barrio gótico, el paseo marítimo o el Born entre otros muchos polos de atracción. Ahora bien, la calle de Sants es desde hace tiempo la arteria comercial más larga de Europa, situándose muy cerca de hoteles importantes de la ciudad como el Ayre Hotel de la Gran Vía.
Sants, como el resto de barrios que van dando nombre a la ciudad de Barcelona, fue un pueblo en sí mismo, y como tal tenía su zona comercial que significaba el eje sobre el que se llevaba a cabo el comercio y los paseos de sus habitantes. Habiendo pasado ya muchas décadas, Sants sigue permaneciendo como un eje comercial importante en la ciudad, y su cercanía con otros espacios emblemáticos de la ciudad no hace más que reforzar esa posición.
La Fira, el castillo de Montjuïc, la fuente mágica, el centro comercial Las Arenas… poco a poco se van conservando, restaurando o añadiendo nuevas zonas alrededor del barrio de Sants y de su eje comercial por antonomasia. Es por ello que la oferta hotelera de la zona se ha asentado, como en el caso del Hotel Gran Vía, que además ofrecen una posición privilegiada a medio camino entre la Fira de Montjuïc y la Fira de la Gran Vía (la más reciente y cercana al modelo de Berlín).
Para convenciones o ferias, un hotel en la Gran Vía, puede ser la clave para estar cerca de estos complejos a la vez que se puede estar cerca de Sants para despejar la mente y realizar algunas compras. Es evidente que el centro de Barcelona y otros monumentos serán de visita obligada, especialmente para los que se estrenen en la capital catalana, pero descubrir o redescubrir ciertos rincones de la ciudad que no tienen tanta fama puede ser una experiencia inolvidable.
Las conexiones entre Sants y el resto de la ciudad o del mundo, por otra parte, son el eje en muchos casos de la ciudad. La Estación de Sants es una parada habitual de todos los trenes procedentes de otras partes de España, Europa o del Aeropuerto. La conexión por tren o autobús hace de este espacio el lugar de llegada de muchas personas y empresas. Lo mejor de todo, es que bajar en la Estación de Sants significa adentrarse en el corazón del barrio y poder disfrutar a escasos metros de todas las tiendas, bares y restaurantes que la calle de Sants ofrece por igual a residentes como visitantes.
¿Has estado ya en Sants? ¿Cuál es el mejor recuerdo que guardas? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios del artículo!
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