El primer semestre del año ha terminado por ser bastante más volátil de lo que el mercado auguraba en un principio. Durante los cuatro primeros meses vimos un espectacular rally, que presagiaba un año de grandes ganancias; sin embargo, el riesgo de salida de Grecia del euro echó por tierra la rentabilidad de muchos mercados y arrojó incertidumbre sobre la moneda única europea.
El segundo semestre tampoco viene corto de importantes citas, que pueden hacer que los mercados (sobre todo en España) se tambaleen de nuevo; por consiguiente, debemos, para no sufrir pérdidas, preparar nuestras carteras de acciones.
Antes de septiembre
El primero de los frentes abiertos (el pago, antes del 20 de agosto, de la deuda de 3500 millones de euros que Grecia tiene con el BCE) parece que se ha solventado sin mucho ruido, y el mercado no ha sufrido ningún contratiempo.
Después de septiembre
Elecciones catalanas
La primera cita que tenemos en España son las elecciones en Cataluña, con una fuerte apuesta por parte de los partidos independentistas. Si esta —encabezada por el señor Mas—, fructificara, podría surgir incertidumbre en la Bolsa española hasta que se aclarara la situación; dependiendo de la postura de los nuevos dirigentes, podrían cambiar los domicilios sociales de algunas empresas situadas en territorio catalán. Frente a este panorama, lo más prudente sería posicionarse en valores que tuvieran negocios fuera del territorio catalán. En el caso del sector bancario, apostaría, por ejemplo, por Santander o BBVA, y saldría de valores como Caixabank o Banco Sabadell, hasta que el mercado volviera a la calma. Aunque no creo que el impacto de las elecciones catalanas en el mercado bursátil sea muy alto, merece la pena tenerlo en cuenta. No sería la primera vez que empresas con sede en Cataluña vieran mermados sus beneficios por culpa de los vaivenes políticos relacionados con el independentismo.
Elecciones españolas
Este es otro de los puntos candentes del semestre. Aunque a día de hoy todavía no se conoce la fecha, la mayoría de los expertos opina que tendrán lugar antes de final de año —como muy tarde el 20 de diciembre—. Lo más importante en este escenario es el número de escaños que obtendrán los nuevos partidos políticos, y si estos son o no imprescindibles para poder gobernar.
Según los distintos supuestos que he analizado para escribir el artículo, creo que solo si Podemos o Ciudadanos fueran necesarios para la creación del Gobierno central podríamos tener una alta volatilidad; la incertidumbre que esta situación sembraría afectaría al mercado de renta fija y provocaría subidas del bono español y de la prima de riesgo, así como caídas del selectivo español. En este caso, lo mejor sería cerrar posiciones en los valores españoles que tenemos en cartera, para invertir en otros valores europeos, sobre todo de países como ltalia o Alemania (como, por ejemplo, Unicredit en el sector bancario italiano, o Airbus en el aeronáutico). Si decidimos quedarnos en España, debemos buscar valores bien posicionados internacionalmente, en los que el mercado español sea residual; un ejemplo es Inditex, cuyas ventas en España son del 20 %. Otro de los valores que habría que tener en cuenta para superar la volatilidad generada por las elecciones es Gamesa; aunque muchos analistas la consideran cara en estos momentos, tiene un fuerte posicionamiento fuera de España, lo cual la convertiría en un interesante valor refugio hasta que las aguas gubernamentales volvieran a su cauce.
Por su parte, si los dos grandes partidos continuaran siendo las fuerzas mayoritarias, o bien uno de los dos consiguiera la mayoría absoluta (esta última es la posibilidad menos probable), creo que descendería la volatilidad y seguiríamos caminando por la senda alcista de los mercados (avalada por los buenos resultados de las compañías españolas y la reducción del paro).
Subida de tipos de interés americanos
Este es otro de los puntos candentes del segundo semestre de 2015, cuando se espera que la Fed suba tipos. Las apuestas sobre si lo hará en septiembre o en diciembre están al 50 %, aunque empiezan a decantarse por finales de año; yo creo que ocurrirá en diciembre o en 2016.
Los datos macro americanos reflejan una consolidación de ese mercado y una fuerte salida de la recesión económica. Mi opinión es que la Fed subirá tipos de manera uniforme, por lo que si se quiere entrar en renta variable americana buscaría valores sólidos que fueran ayudados por la buena marcha de la economía americana y el incremento del consumo interno. Apuesto por marcas deportivas (que, además, tienen fuertes ventas en otros mercados, como el europeo o el asiático —por ejemplo, Nike—) y por empresas ligadas al consumo y la banca, como Visa o American Express (que han tenido buenos resultados en el primer semestre del año).
Otro sector interesante es el sanitario (debido al famoso Obamacare, una pretensión del mandatario de los Estados Unidos de que todo americano tenga acceso a la sanidad). La nueva ley sanitaria podría catapultar diversas compañías, entre las cuales yo elegiría farmacéuticas de primer orden, como Merck (que, además, presenta un interesante precio para entrar) o Pfizer (cuyos resultados el último año han sido muy buenos). Otro de los ramos que se pueden beneficiar de las nuevas políticas sanitarias son las aseguradoras, que están viviendo una importante oleada de fusiones desde que salió la noticia; puede ser beneficioso invertir en acciones de Anthem (que ha comprado a la aseguradora Cigna recientemente) o de AIG, que tras devolver todas las ayudas que el Gobierno americano le había concedido durante la crisis ha resurgido con muy buenos resultados.
China
Aunque los problemas de las caídas en el índice de la Bolsa de Shangái empezaron a mediados de julio, tiene pinta de que las volatilidades de este mercado y sus consecuencias para el resto de las bolsas del mundo han llegado para quedarse, por lo menos, hasta final de año.
Tras la tercera devaluación del yuan por el Gobierno de Pekín, parece que no ha terminado el culebrón de la brutal caída y recuperación de la bolsa, que nos ha tenido en vilo gran parte del verano. Sin embargo, la devaluación del yuan abre un nuevo abanico de incertidumbres y problemas para las empresas europeas y españolas que tienen importantes inversiones en el país asiático; es el caso de Acerinox, que podría ver mermados sus beneficios por estas devaluaciones y la desaceleración de la económica china.
Conclusión
El segundo semestre del año no se presenta nada fácil para los ahorradores o inversores; la altísima volatilidad que están sufriendo los mercados europeos y americanos no ayuda a decidir qué hacer con el dinero.
Como he comentado en anteriores artículos, una correcta estrategia a la hora de tomar posiciones, una planificación exhaustiva del patrimonio que se quiere invertir, así como claridad respecto al horizonte temporal de las inversiones que se realicen en bolsa, debe ser suficiente para conseguir las rentabilidades deseadas, a pesar de que el mercado sufra altas volatilidades.
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