La economía colaborativa surge en el año 2010, apoyándose en internet y las redes sociales para poner en contacto a cientos o miles de personas interesadas en un mismo fin colaborativo.
En realidad la economía colaborativa ha existido desde siempre con otros nombres y a una escala mucho menor. Por ejemplo, ¿quién no ha aprovechado el viaje de un amigo para ir con él?. Ahora podemos compartir coche con cualquier persona en Bla Bla Car. O ¿quién no se ha quedado en casa de unos conocidos al viajar a otra ciudad?. Ahora podemos alojarnos en Airbnb en vez de pagar un precio superior por un hotel.
La existencia de perfiles públicos en la red y opiniones compartidas de experiencias previas generan la confianza suficiente para que personas que no se conocen pueden compartir actividades como antiguamente se hacía más habitualmente entre amigos.
Últimamente la economía colaborativa se está extendiendo a otros ámbitos de nuestra sociedad, como por ejemplo la logística, la alimentación y el mundo de las finanzas. Es en este último ámbito donde probablemente existe una mayor capacidad de cambiar la forma en que vivimos.
Algunos servicios tradicionalmente ofrecidos por bancos están siendo ahora proporcionados por plataformas colaborativas donde hay una mayor interactuación social, una mejora en la eficiencia del servicio y un precio y un servicio final con mejores condiciones para el usuario:
- Cambio de divisa: weswap es una plataforma que te permite cambiar divisa directamente con otros viajeros. En un banco la comisión por cambio de divisa es de aproximadamente un 6%, en weswap es del 1%.
- Envío de dinero: con transferwise se puede enviar dinero al extranjero con un coste inferior al que cobraría un banco.
- Préstamos: los préstamos a empresas se están realizando a través de plataformas de crowdlending como Arboribus. Otra modalidad de préstamos es el llamado crowdfunding, que está más enfocado a recaudar colaborativamente fondos para algún fin específico, como el lanzamiento de un nuevo producto. Kickstarter es probablemente la web más conocida de este tipo.
- Inversión: ya es posible invertir directamente mediante el crowdlending en préstamos a empresas, aunque es previsible que en un futuro aumenten las posibilidades de inversión esquivando los bancos.
- Creación de moneda: la aparición de decenas de monedas criptográficas y sociales está quebrando el que ha sido hasta ahora el monopolio de la creación de moneda por parte de los bancos. Como ejemplo el bitcoin, la moneda criptográfica más conocida, aunque existen más de un centenar. En cuanto a las monedas sociales se suelen distribuir en zonas geográficas concretas: el boniato en Madrid, el ecosol en Cataluña, el orué en Valencia, o el puma en Sevilla son algunas de ellas.
- Seguros: la economía colaborativa ha irrumpido recientemente en este sector ofreciendo importantes descuentos en todo tipo de seguros, con plataformas como elmayordomodetusseguros.
- TPV: las comisiones aplicadas en caso de pago con tarjeta en comercios con terminales TPV es una importante fuente de ingresos de los bancos. La startup española Setpay ha desarrollado un lector de tarjetas multibanco sin coste de alta ni cuotas fijas mensuales.
La economía colaborativa seguirá creciendo y conviviendo con la tradicional basada en el beneficio, ya que no son mutuamente excluyentes. Es simplemente otra forma de hacer las cosas.
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