18 de julio de 2014
Aida Acitores de la Cruz
Con unos 30.500 productores y 2.800 elaboradores, la agricultura ecológica avanza como modelo de producción, pero también como paradigma de consumo ético en los mercados directos de todo el país
Sabor, calidad, ecología y activismo por un consumo responsable. Todos estos valores pueden concentrarse en un tomate, una barra de pan o un filete de ternera. Pueden “degustarse” al tiempo que se ingieren alimentos más saludables y respetuosos con el medio ambiente y con la propia economía.
La producción ecológica no ha dejado de crecer en España en las últimas décadas. En 2012, último ejercicio del que el Ministerio de Agricultura tiene datos publicados, alcanzó 1.756.550 hectáreas de superficie inscrita, con 30.462 productores y 2.790 elaboradores.
Entre 2000 y 2012, el mercado interior de alimentos y bebidas ecológicos creció casi un 500%, acercándose a los mil millones de euros.
Los datos de las comunidades autónomas reflejan que el sector no ha dejado de crecer desde ese año. Sólo en Cataluña, por ejemplo, la cifra de productores ecológicos creció un 20% en 2013.
Pero no sólo la producción aumenta. Cada vez son más frecuentes los grupos de consumo responsable vinculados a la agricultura ecológica. Colectivos de productores ecológicos que, más allá de llevar sus alimentos a los mercados específicos para este tipo de agricultura, optan por organizarse con los consumidores y vivir, juntos, un activismo por la Soberanía Alimentaria y la economía colaborativa.
Pioneros en este terreno fueron los grupos de productores y consumidores de la organización agraria COAG. Bajo la denominación ARCo (Agricultura de Responsabilidad Compartida), se han ido organizando en todo el país desde 2011.
Articulado en torno a los principios de confianza, respeto y ecología, el proyecto ARCo-COAG defiende la Soberanía Alimentaria, entendida como el «derecho de los pueblos, las naciones o las uniones de países a definir sus políticas agrarias y alimentarias». Un objetivo claro y ambicioso en un contexto en el que la Política Agraria Comunitaria de la Unión Europea impone la regulación legislativa, al tiempo que los mercados llegan a ser capaces de vender una cosecha antes incluso de que germine.
Los grupos de consumo de ARCo, al igual que otras muchas iniciativas extendidas por todo el territorio español, establecen una relación de confianza entre productores y consumidores que se materializa en la organización de mercados de una periodicidad determinada (una o dos veces a la semana, por ejemplo) en los que, además de comerciar con los consumidores adscritos, los productores intercambian productos entre sí y comparten con sus compañeros y clientes su experiencia.
Un paso más:
La lucha por el desarrollo sostenible da un paso más en los grupos de productores y consumidores como los que se articulan en la red ARCo, ya que no sólo demandan avanzar hacia una sostenibilidad productiva y medioambiental, sino también hacia una sostenibilidad social. De ahí el apellido Corresponsable de la iniciativa.
Y es que, subrayan, en un mercado dominado por la inflación del precio de los productos agroalimentarios a través de los intermediarios y por las prácticas de producción masiva no respetuosas con el medio ambiente, el consumidor juega un importante papel a la hora de decidir qué modelo económico y agrícola quiere suscribir.
Los miles de mercados ecológicos directos que se celebran en España representan esos canales cortos de comercialización que contribuyen a equilibrar el precio de los productos agroalimentarios, de manera que tanto el precio de compra como el beneficio que obtiene el productor son justos.
Dónde encontrar mercados ecológicos corresponsables:
La red ARCo se distribuye por todo el país de la mano de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos). Es posible conocer qué grupos de consumo responsable hay en cada Comunidad o estar al tanto de los mercados ecológicos que organizan puntualmente para el público general.
Pero la red ARCo no es la única que se ha organizado para aunar los esfuerzos e intereses de productores y consumidores. En Madrid existen distintos buscadores de comercio responsable, como Consuma Responsabilidad o Isamadrid, y las distintas organizaciones agrarias han establecido también sus redes de fomento de la agricultura ecológica y los canales de comercialización directa entre productores y consumidores.
Algunos datos de interés sobre la agricultura ecológica mundial y española:
«La Producción Ecológica representa, en España y en los países de su entorno económico, una auténtica realidad como actividad agroalimentaria de relevante envergadura económica y social, consolidada y claramente diferenciada, con significativa contribución al empleo, a la producción agraria y al comercio agroalimentario; y con una atractiva proyección futura». Así de optimista se muestran los informes del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
En 2010 había en el mundo 160 países con producción ecológica. De ellos, 84 contaban con un marco normativo regulador de este tipo de actividad del sector primario.
La superficie mundial inscrita como ecológica asciende a 38 millones de hectáreas (el 0,9% de la superficie de cultivo mundial); sin incluir en este cómputo otras superficies ecológicas no destinadas a cultivos o pastos.
En 2010 había en el mundo 1,6 millones de productores ecológicos y unos 49.000 elaboradores.
El mercado mundial de productos ecológicos se situó en 2011 por encima de los 46.150 millones de euros.
Los intercambios internacionales de productos ecológicos superan los 8.000 millones de euros anuales.
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