Poco hay que añadir respecto de lo comentado en el anterior artículo. La onda sinusoidal se ajustó a la derecha: el nuevo techo teórico (TT) quedó fijado para el 3 de enero, y a decir verdad el Eurostoxx se ha atascado al llegar a la fecha indicada.
Además, el índice europeo lleva cuatro sesiones consecutivas pegado al límite superior de la resistencia comprendida entre 3.246,90 y 3.316,10. Veremos si durante la próxima semana logra poner tierra de por medio o vuelve a caer en las garras de la citada resistencia.
En verdad, la tendencia alcista parece cansada y achacosa, pero la presión compradora es tan potente que sería descabellado pasar por alto la posibilidad de que asistamos a una nueva extensión de la fase ascendente. La semana que viene debería servir para ofrecernos un desenlace a esta situación.
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