Andan los mercados muy agitados, particularmente desde los mínimos del 24 de agosto, con una volatilidad disparada y en los que cualquier noticia, dato o acontecimiento es sobrevalorado y cotizado en exceso.
Los cisnes negros acechan los mercados en sus distintas variantes: Corea del Norte presenta en sociedad su bomba de hidrógeno, China nos deleita de forma permanente con el maquillaje de sus cifras, y que nos hace sospechar de la beldad y bondad de su economía, el terrorismo islámico merodea las principales zonas productoras de petróleo; con Irán y Arabia Saudí atizando la marmita de la geopolítica. El petróleo sigue cayendo sin freno mientras los países productores no se ponen de acuerdo en recortar la producción, y a Irán se le han levantado las sanciones y promete introducir otro medio millón de barriles diarios en el mercado.
Muchos fondos de inversión se han colocado prácticamente en liquidez, las compañías cotizadas no están queriendo aprovechar los precios actuales de sus títulos para aumentar la autocartera…. Casi cada día tenemos un evento que hace reaccionar de forma desmedida a los mercados, como las dos velas tremendamente bajistas de la primera semana de enero por el cierre prematuro de la bolsa china, o la vela del pasado viernes día 15 por el binomio petróleo-Irán. No hay día que no nos desayunemos con una noticia que condiciona la actividad bursátil (o así lo queremos ver, muchas veces a posteriori), como las semanas previas, durante el fuerte tramo alcista, las habíamos tenido pero a sensu contrario.
Pero he aquí, que parafraseando a Bill Clinton en la campaña electoral de 1992 –“es análisis técnico, idiota”– , pues por encima de todos los cisnes negros que puedan sobrevolar los mercados este año, o los que sobrevolaron el año pasado (Grecia, Ucrania…), por encima de todas estas circunstancias y noticias, está el gráfico. Y los gráficos nos van dibujando las figuras que nos señalan el camino como el hilo de Ariadna a Teseo en el laberinto del Minotauro.
Como el 1 de diciembre, que el DAX nos dejó una envolvente bajista de manual y a partir de aquí, comenzó un imparable tramo bajista, léase, formación de la cabeza, y a partir de aquí, las velas bajistas venían adornadas con su correspondiente ración diaria de malas noticias para “vestir al muñeco” (bolsa china, petróleo, Irán…)
Y ahora parece que, técnicamente, el gráfico del contado del DAX, tras las caídas casi sin interrupción desde el mes de diciembre, ha completado lo que parece ser la cabeza de una gran formación de hombro-cabeza-hombro. Así, la vela dejada ayer por el DAX, que se ha apoyado sobre los mínimos de agosto y de octubre del año pasado, ha culminado la formación de la línea de cuello de una enorme cabeza, en lo que puede ser una espectacular, por las dimensiones de su proyección, figura de hombro-cabeza-hombro.
Por ello (el futuro del DAX esta noche estaba subiendo con fuerza desde los mínimos de ayer), se ha de desplegar un tramo al alza para la formación del hombro derecho, que vendrá convenientemente vestido de buenas noticias o de, mira por dónde, ruedas de prensa como la de hoy de Mario Draghi.
Tramo al alza, pues, hasta el entorno de los 10.500 puntos y que habría de desarrollarse durante la primera quincena de febrero y, a partir de ahí, descensos hasta los mínimos de hoy. La confirmación de la figura será la rotura de la línea de cuello, cuya proyección, de formarse el hombro derecho, nos llevaría al soporte dejado en el tercer trimestre de 2013 en los 8090 puntos.
En resumen, posible formación de hombro derecho con objetivo para febrero de 10.500 puntos, e inmediatamente llevarnos a los 9.300 puntos. La ruptura de los 9.300 puntos nos puede llevar a los 8.100 puntos.
Buen trading.
Mario de Angeles
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