El titular de este post parece algo drástico y realmente el lector podrá ver leyéndolo que tiene sus matices, pero en el fondo es cierto: yo no compro acciones para cobrar dividendos.
Para quien no lo sepa, el dividendo es el reparto que hace la compañía de parte de los beneficios obtenidos, ya sea por su actividad empresarial o bien por alguna operación extraordinaria (venta de inmueble, de filial…). Realmente no se trata de un «regalo» sino de una transformación: al accionista se le convierte un patrimonio empresarial en dinero líquido. Veámoslo con un ejemplo:
Una sociedad tiene un patrimonio de 1 millón de euros distribuidos (de forma algo burda para que se entienda fácilmente) en 500.000 euros de inmuebles, 200.000 euros de clientes, 200.000 euros de existencias y 100.000 euros de efectivo; y a su vez tiene 5.000 acciones de 100 euros cada una. ¿Qué le pasaría a un accionista que tiene 10 acciones si la empresa reparte la mitad de su efectivo vía dividendos?.
- Patrimonio empresa antes de dividendos: 500.000 euros.
- Reparto de dividendo= 50% de 100.000= 50.000 (10 euros por acción)
- Valor de cada acción antes del dividendo: 500.000/5.000= 100 euros.
- Patrimonio empresa después de dividendos: 500.000- 50.000 (50% del efectivo)= 450.000 euros.
- Valor de cada acción después del dividendo: 450.000/5.000= 90 euros.
- Patrimonio accionista antes del dividendo: 10×100= 1.000 euros
- Patrimonio accionista después del dividendo:
- En acciones: 10×90= 900 euros
- En efectivo: 10 x 10= 100 euros
- Total= 900+100= 1.000 euros
Finalmente, el accionista se ha quedado con el mismo patrimonio, pero con dos pegas añadidas: por una parte ha descapitalizado su inversión (ahora solo tiene 900 euros en acciones) y además ha tenido que pagar impuestos por el cobro del dividendo, aunque lo reinvierta (si no es vía «script dividend» que debe ser promovido por la propia compañía).
Cuando la compañía es cotizada, este ajuste en el precio de la acción, lo hace la propia sociedad rectora de la bolsa, ni siquiera es el propio mercado que lo interpreta sino que automáticamente se ajustan los precios. Podéis leer la explicación completa en el informe de BME «Fórmulas de Remuneración al accionista. Significado, implicaciones fiscales, contables y ejemplos», pero os dejaré una parte que considero fundamental:
Para tener en cuenta esta contingencia y con el objetivo de que los inversores tengan en cuenta el efecto de los pagos en los precios, en el mercado se realiza un ajuste técnico que consiste en minorar la cotización en una cuantía equivalente al importe bruto repartido por acción… dando lugar a la que se denomina “cotización de referencia”… es difundida, entre otros medios, a través de los sistemas de difusión de información como Infobolsa, Market Data…
Así pues, se puede afirmar que «lo comido por lo servido» pero con unas pegas fiscales y de gestión de patrimonio relevantes. Este ajuste que realiza la propia bolsa, de hecho lo reflejan las plataformas de información, especialmente las gráficas, ya que si no existirían huecos irreales provocados por descuentos de dividendos, de ampliaciones de capital, de splits…que afectarían al análisis técnico:
En el gráfico anterior extraído de ProRealTime se puede la influencia que tienen los dividendos en la cotización de la misma acción (en este caso Banco Santander). De hecho el descuento de dividendo es uno de los únicos factores que debe hacer bajar el stop en posiciones alcistas y subirlo en bajistas ya que podría hacerlo saltar sin realmente producirse modificación real en la situación patrimonial y técnica de la compañía.
Es más, este descuento (que pocos inversores contemplan) es tan importante que incluso se tiene en cuenta en el cálculo del precio de los derivados financieros como se puede leer en la guía de la CNMV sobre opciones y futuros:
Los dividendos influyen en el precio de la opción en la medida en que disminuye la cotización… baja el precio de la opción call y aumenta en el caso de la put…
La matización que comentaba al comenzar el post es que sí veo una forma atractiva de invertir vía dividendos, y es utilizando los fondos de inversión, en parte porque es cierto que históricamente las empresas que pagan dividendos suelen tener un comportamiento positivo (normalmente lo hacen porque tienen beneficios recurrentes, a pesar de que hay ocasiones que utilizan deuda, importante recordar como Telefónica comenzó a subir en bolsa en 2012 porque suspendió el pago de dividendos).
Veamos, de nuevo un ejemplo (también muy simplificado):
Por una parte tenemos un inversor A que compra 300 participaciones a 10 euros día «X» cada una de un fondo de inversión «FI» compuesto por las acciones «alfa», «beta» y «gama»; las tres reparten un 5% de dividendo después de un año (día «Y») y se han revalorizado ese mismo año un 5% (descontando dividendos); día en el que el inversor quiere rescatar 150 euros (un 5% del fondo)
- Valor participación día X: 10 euros
- Patrimonio inversor A día X: 300 x 10= 3.000 euros
- Valor participación día Y: 11 euros (10+ 5% de dividendos+ 5% de revalorización).
- Patrimonio inversor A día Y (antes del rescate): 300 x 11= 3.300 euros.
- Participaciones rescatadas día Y= 13,63 (150euros/11euros cada participación)
- Beneficios fiscales rescatados (base del ahorro)= 13,63 participaciones x 1 euro de beneficio cada participación= 13,63.
- Tributación por IRPF (al tipo mínimo de la base del ahorro para 2015)= 19,5% x 13,63= 4,60 euros.
- Importe neto cobrado inversor A= 150-4,60= 145,40 euros.
- Patrimonio cliente A día Y (tras el rescate)= nº participaciones (300-13,63)x Valor participación (11euros)= 286,37 x 11=3.150 euros.
Por otra, tenemos al inversor B que compra 100 acciones a 10 euros cada una de las empresa «alfa», «beta» y «gama» el día «X», tras un año, al ser las mismas que componen el fondo «FI» también se revalorizan un 5% y también han pagado un 5% de dividendo; en este caso el inversor no tiene elección y cobrará en efectivo los 150 euros correspondientes a los dividendos.
- Valor patrimonio inversor B día X= 100 x 10+ 100 x 10 +100 x 10 =3.000 euros.
- Cobro dividendo día Y= 3.000 x 5% = 150 euros.
- Base del ahorro (todo el dividendo)= 150 euros.
- Tributación por IRPF (al tipo mínimo de la base del ahorro para 2015)= 19,5% x 150 euros= 29,25 euros.
- Importe neto cobrado por el inversor B= 150 – 29,25= 120,75 euros.
- Valor patrimonio cliente B día Y= 3.000 + 5% = 3.150 euros.
En este ejemplo, donde ambos clientes mantienen 3.150 euros invertidos pero el que utiliza fondo ha ingresado en su cuenta 145,40 euros mientras que el inversor en acciones 120,75 (un 19,33% más) se ha podido demostrar como una de las frases hechas sobre bolsa, que posiblemente nos han querido inculcar de forma voluntaria «comprar acciones para cobrar dividendos» no es óptima, y se puede resumir el por qué en estas tres conclusiones:
- En caso de que el inversor en fondos quiera cobrar rentas, recibe más dinero tras pagar impuestos que el que cobra dividendo.
- En caso de que el inversor en fondos no quiera cobrar rentas no descapitaliza su inversión (los dividendos quedan en el patrimonio del fondo).
- En ambos casos, se invierte en empresas que pagan dividendos y que buscan una rentabilidad.
@luisgarcialanga
Aulafinanzas.com
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Gustavo R dice
Existe un mito sobre los dividendos. Pero está claro que al descontarlo el precio es como pagarse a sí mismo, pero con el añadido de la fiscalidad. Y esta ultimamente ha empeorado mucho al quitar la exención a los primeros 1500 €.
Sin contar, que los dividendos se reducen. Se acuerda en la Junta y se reducen. Como hizo Telefónica por ejemplo hace uno o dos años.
No creo en absoluto en la inversión en dividendos.
Muy buen artículo
Saludos,