Recientemente leía el informe «Global Investmet Trends Survey 2015» de Schroders, en el que se desglosa a nivel mundial las tendencias de inversión así como la intenciones y perfil de ahorrador.
Lo bueno que podemos extraer es que el sentimiento inversor global (si así lo podemos definir) es moderadamente optimista. Cerca del 54% de los inversores privados han mejorado su confianza respecto a las oportunidades de inversión en los próximos 12 meses. Por otro lado, cerca del 90% de los inversores esperan una revalorización de su inversión durante el próximo año.
Luego en un contexto global con este sentimiento, debemos ser moderadamente optimistas sobre el comportamiento de los mercados (salvo sorpresas macro o de índole geo-política que puedan introducir miedo o desconfianza en los mercados). En cualquier caso el tiempo nos acabará mostrando la realidad.
En cualquier caso, lo verdaderamente relevante para mi del informe aparece cuando analizamos los datos extraídos de la encuesta realizada al inversor relativos a su perfil, preferencias y expectativas. Es en este punto donde me sorprenden las conclusiones extraídas por su evidente contradicción.
En primer lugar nos hablan de un inversor con un apetito por el riesgo medio-bajo. Un 45% está dispuesto a asumir pocos riesgos en su inversión.
En cambio y aquí es donde asistimos a un gran incoherencia, ese mismo inversor que dice no estar preparado para asumir riesgos, afirma (a nivel global) que espera un incremento en sus expectativas de rentabilidad y paralelamente muestra de forma mayoritaria una preferencia por un horizonte temporal a corto plazo. Si además le añadimos un escenario global de tipos de interés en mínimos, ciertamente nos encontramos ante una ecuación de difícil solución.
Dentro de las múltiples variables que podemos considerar, sin duda hay una que adquiere relevancia y es la necesidad de mejorar la formación financiera del inversor minorista, clave fundamental para que su perfil de riesgo y sus expectativas sean acordes al objetivo de inversión perseguido. Lo que muestra este informe, sin duda alguna, es que hay mucho terreno por recorrer en este sentido y esa es la labor en gran medida de los asesores financieros. No se trata solo de gestionar, vender, asesorar…..también es necesario acompañar y formar al cliente en la consecución de sus objetivos.
Esta es la conclusión que cierra el informe de Schroders:
With many drivers of change for the global economy and markets on the horizon, it is surprising that the Schroders Global Investment Trends Survey showed that less than one-in-four (23%) investors will seek professional financial advice this year, with more than a third (37%) of investors intending to invest in the same way as they have done in previous years. We believe investors need to carefully consider their risk profile, investment time horizon and lifestyle objectives before they plan their asset allocation in the coming 12 months. Investors need to shape their portfolios in order to achieve the returns they expect.
Por último, creo que es interesante hacer mención a otra de las conclusiones del informe: cerca del 87% de los encuestados busca invertir en activos que les permitan la generación de ingresos recurrentes para poder complementar su ingresos. Absolutamente lógico en un contexto de tipos de interés en mínimos históricos, pero de difícil ejecución, cuando el horizonte de inversión se sitúa por debajo de los dos años y además con un bajo perfil de riesgo.
Volvemos por tanto a la misma conclusión que establecíamos en el párrafo anterior, la necesidad del acompañamiento y consejo de un asesor profesional que ayude a establecer las estrategias adecuadas dada la complejidad actual de los mercados, especialmente para el inversor más conservador, que se ve obligado a modificar su perfil de riesgo para aumentar sus expectativas de retorno. Sabemos por experiencia, que esta película no suele acabar bien.
Si nos fijamos en la elección de activos que los inversores minoristas han realizado para conseguir ingresos regulares, nos damos cuenta de que la inversión directa en bolsa (buscando acciones con dividendo estable) o bien en fondos de inversión de riesgo medio-alto, no es una selección coherente con el perfil mayoritario del inversor minorista que desvela el informe.
En conclusión: un inversor mayoritariamente conservador, en un mundo globalizado donde las clases medias asisten a una reducción de sus ingresos salariales (notablemente inferiores a los niveles previos a la crisis) y necesitan mayores ingresos hoy para complementar menores salarios, y además empezar a planificar su jubilación, ante un escenario de menores pensiones públicas. Recomiendo la lectura de la siguiente noticia de El Mundo: «La mitad de los españoles no puede ahorrar 100 euros al mes»
Sin duda, como guión de un película, no tiene desperdicio.
Imagen: Flickr, author Wiros
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