Los ETF (Exchange traded funds) o Fondos cotizados son fondos de inversión que replican la evolución de un determinado índice de referencia (renta variable, monetarios, renta fija, divisas, comodities…) o en ocasiones de un sector o cestas de acciones. Se negocian en mercados bursátiles en tiempo real, igual que las acciones, con las que comparten el mismo tratamiento fiscal.
Por tanto podemos decir, que los ETF combinan la capacidad de diversificación de los fondos de inversión con la flexibilidad y el tratamiento fiscal de las acciones. A priori puede parecer, por el nombre, que tienen la misma fiscalidad que un fondo, (es una confusión habitual) pero esto no nos debe llevar a error.. Los ETF no son traspasables entre si. Por el contrario tienen una gran ventaja (puede que esta sea la mas importante), que es una estructura de gastos mucho menor que la de los fondos de inversión.
Otra de las características principales de los ETF es que su operativa debe realizarse a través de un broker (decíamos antes que su tratamiento es similar al de las acciones). Por tanto la compra venta siempre estará sujeta a las comisiones de intermediación de un broker. Este punto es importante, porque si bien es cierto que los ETF son mucho más baratos en el ratio de gastos totales frente a un fondo de inversión, esto será así siempre y cuando la operativa sea buy&hold. Si lo que hacemos es una operativa más especulativa de compra venta a corto plazo, el elevado volumen de corretajes pagados puede reducir hasta eliminar la ventaja inicial en costes.
Dicho de otro modo, es importante tener claro el objetivo por el cual vamos a invertir en ETF, porque los costes de la operativa y la fiscalidad tienen un efecto importante sobre el rendimiento neto final.
En los últimos años, han tenido un crecimiento muy importante, sobre todo entre los inversores profesionales y las gestoras de fondos, no así en el inversor minorista. Como decíamos antes, sus reducidos costes permiten a gestores profesionales y fondos de inversiones realizar estrategias de cobertura o simplemente indexar partes de su portafolio a un determinado índice de forma mucho más rápida y con menores costes de gestión y administración.
Antes de continuar creo interesante compartir un par de diapositivas con una detallada descripción de las clases de activos a las que permite replicar un ETF, así como las principales ventajas frente a los fondos tradicionales:
Para todos aquellos que queráis profundizar un poco más, adjunto enlace a la presentación completa de Activotrade, en slideshare.
Entre los inversores minoristas, por su parte, los ETF han tenido muy poco recorrido por diferentes motivos:
- Necesidad de mayor cultura financiera para conocer las ventajas y desventajas de usar uno u otro instrumento financiero en función de las necesidades de cada momento.
- Escasa o nula promoción por parte de las entidades financieras de los ETF. Su bajo ratio de gastos frente a los fondos de inversión, hace de este un producto poco atractivo en términos de aportación a la cuenta de resultados.
- Para el inversor de medio plazo, el peaje fiscal que supone no poder traspasar su posiciones a otro ETF, desincentiva su uso.
- Necesidad de formación concreta sobre los ETF y sus posibilidades, porque a pesar de su aparente sencillez, es necesario conocer su variedad y operativa.
Entre las posibilidades más destacadas que ofrecen estos productos es la capacidad de posicionarse a la baja sobre un determinado índice o bien de invertir con apalancamiento. Ambas estrategias reservadas para inversores con amplios conocimientos financieros por el nivel de riesgo que implican. En cualquier caso son estrategias que con un reducido coste permiten a inversores no profesionales incorporar a la gestión de su patrimonio nuevas herramientas.
Un caso particular de estas posibilidades de gestión son los ETF inversos. Estos fondos permiten al inversor posicionarse a la baja sobre un índice, es decir ganar dinero cuando el mercado cae. Inversión nada habitual para inversores no profesionales, pero no por ello menos interesante su conocimiento. En cualquier caso, este conocimiento permitirá al inversor poder «elegir-decidir-informarse» con la ayuda de un asesor profesional para que le amplíe la información y/o en su caso le gestione esa inversión.
Les dejo un enlace a un resumido pero claro artículo de Morningstar sobre el funcionamiento de los ETF inversos. Después de observar el gráfico y leer el artículo habrán podido comprobar que a veces las apariencias engañan. Por ello es importante estar siempre bien informado del funcionamiento del producto en el que invertimos.
Igual que sucede con los fondos de inversión, las posibilidades son muchas y variadas y el riesgo asociado también es elevado, pero la mejor forma de contribuir a extender y democratizar las herramientas de inversión disponibles y las ventajas asociadas a estas, es incrementar la cultura financiera. Cosa que poco a poco estamos consiguiendo entre todos.
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