9 de junio de 2014
“Simular una jornada de trading concentrando todo nuestro esfuerzo en llevar a cabo de forma extrema, nuestro método de trabajo, crea un hábito muy fuerte en nuestra mente”
La aseveración del título está referida para mí mismo, si bien entiendo que servirá a muchos más traders y aspirantes a traders. Estos entrenamientos son duros y tediosos, sin embargo, la gran indisciplina que me dominaba cuando me inicié en el trading ha cambiado como el día y la noche con entrenamientos como estos, meditación, y terapias de conducta.
Lo más efectivo que he experimentado ha sido iniciar una jornada de trading completa, con el único objetivo de cumplir a “rajatabla” mi sistema de trabajo. Sin saltarme ni una coma y sin desviarme en ningún punto. Todo el trabajo se orientaba a cumplir el plan previsto. La ganancia o la pérdida económica eran indiferentes, y de hecho, esos días operaba (y opero cuando entreno) con 1 minilote para que eso no fuese lo relevante.
Los beneficios de este entrenamiento mental se concretan en los siguientes:
*Se forja un hábito muy fuerte de trabajo. El cumplimiento del plan de trading “es el Rey”: eso nos aporta profesionalidad y seguridad en nuestro sistema.
*Se erradican malos hábitos que a veces se llevan a cabo e incluso de manera inconsciente: esto nos aporta que se eliminen errores operativos y una mayor concentración.
*Nos posibilita dar continuidad a nuestro sistema, dejando que las reglas de la probabilidad hagan su trabajo. En muchas ocasiones, debido a malas jornadas de trading, los traders dudan sobre si están haciendo bien a las cosas, y modifican su sistema, su operativa, o su visión del mercado. Dudas y más dudas. Este entrenamiento da continuidad, mentalizándonos de que la continuidad y el método son necesarios para que la probabilidad haga su trabajo a la larga.
El resumen de una jornada de trading simulado como éste, en mi caso, sería la siguiente:
1º) Asegurarme de que mi mente lleva al menos 1 hora y media de reposo/descanso, antes de iniciar la jornada de trading (hacer el ejercicio mental de “pensarlo”)
2º) Quitarme de en medio cualquier distracción: móvil en silencio, cerrar el correo electrónico, etc.
3º) Leer la agenda económica para saber si hay eventos que van a dar volatilidad inusual a alguna hora concreta. No operar en esa hora.
4º) Abrir la plataforma y observar qué pares de divisas están en niveles cercanos a los que mi plan de trading define como niveles de entrada.
5º) Dejar solamente los pares de divisas que están en niveles de operativa (máximo 3 pares)
6º) Poner en marcha el temporizador de mi móvil para que cada 45’ suene: Cada vez que suena he de levantarme y salir de la habitación durante 4 minutos exactos, oxigenar la mente y relajarme.
7º) Contemplar el mercado durante los primeros 30’ sin abrir ninguna posición, por más que crea ver clara una oportunidad: este tiempo lo utilizo como “calentamiento” para iniciar la concentración, además de que mi diario de trading me dice que durante los primeros 30’ cometo muchísimos errores de precipitación.
8º) Mientras se van formando las velas, en vez de contemplar el “subeybaja” del precio, me dedico a repasar las anotación de cada par de divisas en el que opero, así como a refrescar los gráficos de los diferentes time frames superiores, e ir adecuando los dibujos.
9º) Si estoy percibiendo que se va a generar una oportunidad de entrada he de leer unas breves anotaciones que tengo junto a mi pantalla, del tipo: “¿Realmente es una oportunidad?” “¿Cumple con todos los requisitos que le exijo a una entrada?” “Repasa la operativa para entrar!”.
En ocasiones son tantas cosas las que he de repasar o hacer que no es ágil para hacer trading, pero cuando todo esto esté interiorizado no hará falta que lo haga tan mecánico. En el entrenamiento he de hacerlo así. Muy exagerado y metódico.
10º) En el momento siguiente de entrar en el mercado me levanto y me voy de la habitación, dejando pasar 3 velas (15 minutos) Yo hago trading discrecional, y esos segundos/minutos siguientes a la entrada me ponían muy nervioso, me alteraban, por lo que decidí optar por este comportamiento. Como se cuál es la pérdida máxima en la que incurriré, al tener fijado mi stop, no me importa levantarme e ir a la nevera a beber agua, a quitar la ropa del tendedor, o a realizar cualquier actividad cotidiana que no suponga esfuerzo mental y me relaje.
Continuará…
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José Antonio dice
Genial
Eso es trading!
Hago cosas de ese tipo!
Jorge Labarta "Blue Braces" dice
Estupendo 🙂 Los hábitos dan mucha fuerza mental con el paso del tiempo. un saludo