Hace dos semanas, comentábamos que el Euro Stoxx estaba asomándose al precipicio, poniendo en juego la supervivencia de la fase ascendente de su ciclo de 40 días.
Antes la ausencia de apoyo por parte de los cuidadores durante todo este tiempo, el martes de esta semana se desataron las fuerzas bajistas, que lanzaron al índice europeo a las garras de la fase descendente.
Arrastrada por la oleada vendedora, en la sesión del jueves la cotización se llevó por delante el primer objetivo de caída, si bien advertí a los lectores de Bolsayciclos de que mi indicador de volumen había generado una señal climática bajista, que suele avisarnos de que la fruición de los vendedores es desmesurada; un suelo de corto plazo podía encontrarse a la vuelta de la esquina, algo que entraba dentro de lo lógico teniendo en cuenta la caída que llevaba acumulada el Eurostoxx.
Además, el propio jueves se había cumplido el ST, de modo que estaba sobre la mesa la posibilidad de que se constituyese el suelo cíclico.
Huelga decir que la señal de clímax bajista generada en la sesión del jueves acertó al advertirnos de que los vendedores habían extremado su euforia.
En ese contexto, ayer el índice europeo protagonizó una subida significativa que tal vez acabe convirtiéndose en la primera piedra de la fase ascendente.
No obstante, queda trabajo por hacer. La superación del máximo formado el viernes ayudaría a la hora de apuntalar la recuperación del selectivo europeo. Esta semana promete ser decisiva para la suerte de la fase descendente.
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