Reflexión sobre la tragedia de Bangladesh

En el edificio, que se situaba a las afueras de la capital, Dacca, trabajaban varios productores textiles, entre ellos Ether Tex Limited, New Wave Bottoms Limited, o Phantom Apparels Limited, con sede en Reus (Barcelona); y proveían a marcas como la irlandesa Primark o la española El Corte Inglés. Otras empresas como Primarck, Bon Marché y Joe Fresh han confirmado abastecerse de alguna de las empresas locales implicadas en el siniestro y otras como Mango habían hecho pedidos de prueba a los talleres.

En un comunicado hecho público el día 30 de abril la Unión Europea dijo «estar considerando la toma de «acciones apropiadas» para promover una mayor «responsabilidad» en torno a los productos comercializados que se fabrican en países en desarrollo. Parece ser que esas medidas podrían afectar a las Preferencias Generalizadas (Ventajas arancelarias) que permiten a Bangladesh tener un acceso libre del pago de derechos y aranceles al mercado de la Unión Europea.

El viernes publicaba en twitter una foto donde se veían dos cuerpos sepultados, uno de un niño y otro de un joven y un lema «Ya es primavera en el Corte Inglés». La imagen es dura y una persona que me sigue me ha criticado por publicar la foto y entiendo su punto de vista. Pero la gente no se impacta si no ve algo así y lo único cierto es que muchas empresas multinacionales y españolas compran sus productos en estos países donde se explotan a personas en condiciones de esclavitud por 37 dólares al mes, hasta el punto de poner en peligro sus vidas para que tú, estimado lector, y yo podamos ir a comprarnos ropa de diseño a buen precio, o mejor dicho, para que la empresa tenga mayores beneficios.

A veces leemos un par de titulares muy bonitos como el de la Unión Europea que citábamos arriba y parece  que se ha reaccionado, pero estas tragedias que ocurren tan lejos se olvidan rápido en el mundo occidental. Veremos si de verdad se toman las medidas adecuadas.Para empezar a dudar no es la primera vez que pasa, en Noviembre de 2012 murieron 111 trabajadores en su mayoría mujeres en otra fábrica, que no contaba con equipos contra incendios y donde las salidas de emergencia estaban cerradas. Cuando el humo empezó a extenderse, los supervisores ordenaron a las trabajadoras que permaneciesen en sus puestos. Tal y como informa Eldiario.es «Esa tragedia hizo obvio lo que ONG como la Campaña Ropa Limpia llevan años denunciando: las penosas condiciones de trabajo y de seguridad de los trabajadores de esta industria en muchos países, y la responsabilidad de las marcas que contratan con los talleres en esos países en mejorar la seguridad de los trabajadores. Son ellas las que hacen los encargos, y por ello el poder de cambiar a mejor muchas cosas en sus proveedores».En aquel caso, algunas empresas cuyas prendas se fabricaban en el taller (como C&A o El Corte Inglés) se comprometieron a pagar una indemnización a las familias de las personas afectadas. A principios de este año Inditex hizo lo mismo en otro incendio similar. Ahora el Corte Inglés ha hecho lo mismo, ayudar a las familias de las víctimas, lo cual es muy loable.

Está claro que nuestra responsabilidad como consumidores es muy limitada. No podemos exigirnos ir mirando las etiquetas de la ropa que compramos, ¿o si?. ¿Tan inconscientes somos que leemos las noticias de este tipo escandalizados y a las dos semanas se nos han olvidado? ¿No tendríamos la responsabilidad moral de denunciar algo que está acabando con las vidas de otros seres humanos?. Tampoco es tanto pedir. Pedírselo a nuestro Gobierno sería como pedírselo a un muro (además de los escasos medios para hacerlo, es un Gobierno tan poco poroso y sensible a los problemas de sus ciudadanos, como para preocuparse por los de otros continentes…). Se trata sólo de exigir a las marcas donde compramos que no se provean de prendas de estos lugares si no tienen certeza de que no se está jugando con vidas humanas. Y sin demagogia, es decir, que es muy facil verificarlo acudiendo a los numerosos intentos internacionales que se han hecho.

Al menos, la próxima vez que me compre una prenda pienso mirar la etiqueta: «Fabricado en Bangladesh» y pensaré: ¿Se ha hecho realmente algo o me da igual y ya lo he olvidado?». Como consumidores que somos mandamos en la sociedad de consumo igual que como votantes mandamos en la democracia, aunque no lo parezca.¿QUIERES HACER ALGO MÁS?– Firma la petición que la Federación Nacional de trabajadores de Textil de Bangladesh ha hecho a través de www.change.org. Van casi 74.000 firmas. Se necesitan 1000 firmas más a fecha de hoy.

– Conoce la labor de ONGs como Ropa Limpia, que lleva años denunciando esta situación u otras como SlowfashionSpain o Comercio Justo

Saludos,

Gustavo Rodríguez
Mundotrading