24 de abril de 2014
Eva Mosquera
Los datos arrojados por el Banco de España (BDE) sobre el patrimonio neto revelan un crecimiento histórico en el patrimonio financiero de las familias españolas, afirmando que la diferencia entre los activos y la deuda en los hogares españoles ha llegado a 1,044 billones de euros a finales del pasado año. Un crecimiento que no se registra desde antes de la crisis.
La estadística llama la atención porque llega en un momento de depresión económica, en el que las cifras de paro también están cerca de máximos históricos y las familias se encuentran sitiadas por salarios a la baja y voluminosas deudas pendientes. Por ello, yendo más allá de los datos, se puede descubrir que la riqueza financiera únicamente refleja un 20% de la riqueza total de las familias. Este dato únicamente corresponde a la riqueza no material, como pueden ser los depósitos bancarios, el dinero en efectivo, los seguros, o las acciones.
En el repunte histórico del patrimonio neto financiero influyó que la deuda de las familias disminuyó de forma acentuada a finales del pasado año, con lo cual, restó menos en el patrimonio neto. Podría ser el retroceso más acusado de la estadística, cercano al 6% anual, pero la realidad es que desde el inicio de la crisis las familias tratan de desendeudarse para afrontar la situación económica. Los préstamos están siendo devueltos con gran parte los activos, de forma que si esta parte no llega a la mitad, sigue habiendo un beneficio. En la estadística también influye el hecho de que los bancos ya no conceden créditos ante la falta de ingresos de los hogares.
Los datos del BDE dejan claro que los hogares que tenían dinero invertido en acciones han salido ganando en 2013, con un incremento del 30%, un dato incluso superior al que experimentó la Bolsa española (21%). Pero detrás de esta estadística también hay fallas, pues esta revalorización de las acciones, con un aumento del 9%, es un efecto supuesto, ya que esta ganancia no se materializa a no ser que se vendan dichas acciones.
Teniendo en cuenta el grueso de estas apreciaciones, la única afirmación plausible es que el aumento de la riqueza financiera en los hogares se ha producido en aquellas familias con acciones que cotizan en bolsa (un escaso 10%, aproximadamente, según datos de 2008) . Además, según declaraciones del director del gabinete económico de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), Ángel Laborda, al diario El País, «El peso de los activos financieros en el balance de las familias es más pequeño que en EEUU o Reino Unido». Aunque también arroja datos positivos, pues Laborda cree que los hogares enriquecidos por la evolución de los mercados ya influyen en que el consumo privado crezca más de lo previsto.
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