Madrid, 30 mar (EFECOM).- La adquisición de carteras de créditos impagados, un negocio en alza como consecuencia de la crisis, puede ofrecer a los compradores rentabilidades medias de un 15 %, según han explicado a EFE en TDX Indigo, empresa especializada en la gestión de riesgo crediticio y de activos impagados.
De los algo menos de 200.000 millones de euros de activos dudosos o morosos que acumulan las empresas españolas, aproximadamente tres cuartas partes corresponden a deudas de empresas, según los últimos datos del Banco de España.
Esto ha atraído a fondos de inversión ansiosos por encontrar «gangas» en un mercado aún incipiente en España pero que puede mover miles de millones de euros, aunque España es el único país de la UE donde no existe un marco legal para la gestión de deuda impagada, según la Asociación Nacional de Entidades de Gestión de Cobro (ANGECO).
TDX Indigo, que gestiona unos 6.000 millones de euros en España y más de 11.000 en todo el mundo, pone en contacto a compradores y vendedores, y al asesorar a ambos lados de la operación, cuentan con un punto de vista privilegiado que les permite maximizar el valor de las operaciones.
Los que ponen en el mercado estas carteras de deuda impagada son, entre otros, los bancos, las empresas financieras, la Sareb -el banco malo español-, o las agencias de recobro.
En la parte compradora figuran grandes fondos de inversión nacionales y, en los últimos tiempos, sobre todo extranjeros.
Desde TDX Indigo, que cuenta con tres millones de clientes en España, explican que en nuestro país el 72 % de las carteras de deuda impagada corresponden a créditos al consumo, fundamentalmente de pymes; un 15 %, a empresas de telecomunicaciones, y un 7 %, a pagos con tarjetas.
Por tipo de deuda, sin embargo, el 76 % proviene de empresas del sector de las telecomunicaciones.
Se trata, indican en TDX, de una inversión que implica unos costes, que para una cartera fallida típica, que implica entre 3 y 4 años de impago, suponen alrededor del 25 % del importe recobrado bruto; estos costes se incrementan cada año, llegando a alcanzar un 40 % a los diez años.
El sector que más potencial ofrece en España para este negocio es el de banca, hasta ahora bastante reacia a este tipo de operaciones dada la impopularidad y el prejuicio reputacional que supone la venta de un crédito impagado a un fondo de inversión que puede ejecutar el desahucio sin contemplaciones.
No obstante, algunas entidades ya han abordado operaciones de este tipo: el Santander ha vendido su plataforma de gestión de recobros, Reintegra, a Lindorff, empresa noruega de gestión de créditos fallidos, y dentro de la venta de su plataforma inmobiliaria, Altamira, al fondo estadounidense Apollo, está incluida la cesión de 25.000 millones de euros de activos.
Esto implica dejar en manos de Apollo tanto la comercialización de los 8.000 millones de euros en inmuebles adjudicados como la carga de crédito a promotores.
BMN ha vendido, también a Lindorff, su unidad de servicios de gestión de cobro telefónico de deudas por 39,2 millones de euros, y Liberbank está negociando la venta de su área de negocio dedicada al recobro, un departamento que, como otros bancos, creó durante la crisis.
Asimismo, a finales del año pasado el Banco Popular vendió a dos fondos -de nuevo Lindorff y AnaCap- una cartera de créditos fallidos de unos 1.143 millones de euros.
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