Bruselas acaba de elevar el crecimiento de la economía española al 2,3% para este año, dos décimas más del previsto en primavera. Esta mejoría de las previsiones se une a las ya avanzadas por el Banco de España y otras instituciones y precede a la anunciada revisión por parte del Gobierno en funciones.
Como acaba de destacar Nadia Calviño, España es el «único gran país» cuya evolución económica la Comisión Europea no revisa a la baja. O sea que se supone que, económicamente, las cosas se están haciendo bien.
Prueba de ello es que la Comisión Europea cerró el mes pasado el expediente abierto a España en 2009 por déficit excesivo. ¿Pero qué políticas económicas están teniendo dichos efectos?
Los Presupuestos socialistas
El Gobierno que salió de la moción de censura propuso unos Presupuestos que contemplabanaumentar un 9,5% la recaudación hasta los 227.356 millones de euros, mediante subidas del Impuesto Sobre Sociedades, del IRPF para rentas superiores a 130.000 euros y a las rentas del capital a partir de 140.000 euros. Además de subidas del diésel; crear el impuesto de transacciones financieras y el de servicios digitales… Elevar el gasto previsto de un 40% más para vivienda o la inversión en infraestructuras, un 18%…
Pero todo esto nunca llegó a aplicarse porque, al no lograr apoyo suficiente para los Presupuestos, Pedro Sánchez convocó elecciones.
Lo que sí se aprobó fue la subida del salario mínimo (SMI) en un 22,3% hasta los 900 euros; la revalorización de un 1,6% de las pensiones y de un 3% de las pensiones mínimas y no contributivas, con un coste total de 2.591,65 millones de euros; la subida salarial de los empleados públicos para 2019, como mínimo del 2,25%, cifra a la que podrá sumarse un 0,25% ligado a la evolución del PIB y otro 0,25% procedente de fondos adicionales, hasta un máximo del 2,75%; la ampliación del permiso de paternidad, y la reforma de los alquileres, dando mayor permanencia a los inquilinos.
Los Presupuestos de Montoro
A fecha de hoy, la economía sigue regida en su mayor parte por los Presupuestos (prorrogados) que elaboró el gobierno de Mariano Rajoy, con Cristóbal Montoro como ministro de Hacienda.
De hecho, cuando Bruselas decidió cerrar el expediente a España por déficit excesivo el mes pasado, advirtió que existe un riesgo de que se desvíe de forma «significativa» el ajuste fiscal. Y pidió tomar medidas este año y el que viene para asegurar que el gasto público primario no crece más de un 0,9% del PIB en 2020 y «usar las ganancias inesperadas para acelerar la reducción del ratio de deuda con respecto al PIB», además de «preservar la sostenibilidad del sistema de pensiones».La no subida de impuestos, al no haberse aprobado los nuevos Presupuestos, unida a los gastos sí aprobados, podría elevar cuantiosamente el ajuste necesario en los próximos años.
Mientras, los diferentes partidos políticos dedican su tiempo a dilucidar quién es investido presidente y forma gobierno.
Se podrá discutir qué política económica conviene más al país, pero lo que es evidente es que hasta aquí hemos llegado en buena parte con la ‘heredada’ de Montoro, aderezada con nuevas medidas de gasto. Estirar los Presupuestos algún año más puede ser sostenible, pero no es lo deseable ni daría tan buenos resultados como hasta la fecha.
Fuente: Expansion
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