No hay duda de que la empresa de Elon Musk está de moda. El hombre más rico del mundo ha superado al fundador de Amazon, Jeff Bezos, según aparece en un artículo de la prestigiosa revista Forbes en enero de 2021. Su imperio basado en la última tecnología es el producto de un esfuerzo titánico por implantar ideas futuristas, como los vehículos autónomos o la colonización del planeta Marte. Ha sabido crear un imperio a base de superar dificultades y enfrentarse a sus numerosos detractores.
Marc Tarpenning y Martin Eberhard fundaron Tesla en el año 2003, y Elon Musk decidió invertir en ella al año siguiente. Finalmente, se convertiría en el máximo responsable de la startup en el 2008.
Durante estos años, Tesla ha seguido un crecimiento regular, con algunos encontronazos debidos a los diversos problemas que se presentaron en el desarrollo de los vehículos eléctricos, especialmente con los sistemas de navegación autónoma. Bastaba un accidente, como ocurrió el 17 de mayo de 2019 y que acabó con la muerte de un conductor de 50 años en Florida (Estados Unidos), para que las acciones se desplomasen casi un 8%. También se ha tenido que enfrentar a diversas demandas.
¿Cuál es el secreto de Tesla?
Los inversores de Tesla que han obtenido buenos resultados saben qué arma mágica tiene la compañía para salir airosa de los problemas y seguir su ritmo de crecimiento. Y no es otra que el propio Elon Musk, que posee una habilidad fuera de lo común para vender sus ideas (por extravagantes que parezcan a simple vista) y generar una expectación enorme.
Hace años, muchos opinaban que Musk era un experto en “vender humo”. Sin embargo, los años han demostrado que el multimillonario consigue lo que se propone a base de intentarlo una y otra vez, con una disciplina férrea. Space X es otro ejemplo de la capacidad de Musk de convertir sueños en empresas reales y tangibles.
La evolución se dispara en 2020
Tesla ya vio un importante incremento de sus ingresos en 2018, que se podía marcar como un punto de inflexión para el inversor medio. Examinando su último informe de 2020, publicado en enero de 2021, se comprueba como la cuota de mercado de los vehículos Tesla va aumentando progresivamente, especialmente en China y en Estados Unidos, donde ha logrado muy buenos resultados.
Asimismo, también ha duplicado la capacidad de almacenamiento de energía, llegando a los 3GWh, casi el doble que en 2019. Sus instalaciones de energía solar, especialmente las destinadas a la colocación en tejados, aumentaron un 18%.
Es decir, que las cifras positivas dan como resultado un crecimiento del 46% en el cuatro trimestre de 2020 con respecto al mismo periodo del año anterior. Es un valor muy representativo de la evolución actual.
Pero hay otro detalle que marca un cambio de tendencia. Por primera vez, 2020 acaba con la cuenta de resultados en positivo. Hasta el 2019, Tesla terminaba el año con un margen operativo negativo. Sin embargo, 2020 ofrece un margen operativo del 6.3%. Muchos analistas creen que la compañía “ha madurado” y que los esfuerzos de Musk han dado su fruto.
Desde luego, la inversión en Tesla, en estos momentos, parece muy atractiva.
Split de acciones
Otro factor interesante que hacen posible una inversión más cómoda en Tesla es el split de acciones que se llevó a cabo en agosto de 2020. Este movimiento se basa en la división del precio de las acciones y multiplicación de su número por el mismo valor. Es decir, en el caso de Tesla, se multiplicó el número de acciones por 5 y se dividió el precio de cada una también por 5.
Para entenderlo con mayor claridad, es como si te dan un trozo de tarta y lo partes en varias porciones más pequeñas. Sigues teniendo la misma cantidad de tarta total, pero al dividirla puedes repartirla entre tus hijos.
¿El objetivo? Reducir el precio por acción, que en ese momento estaba por encima de los 2300 dólares, para que el pequeño inversor pudiera acceder con mayor comodidad a las acciones, que se reducían así a unos 460 dólares cada una.
¿El resultado? Muchos inversores nuevos se vieron atraídos por el precio e invirtieron. A final del año, el precio de la acción superaba los 700 dólares, o sea, tuvieron una revalorización total del 59,41%.
Números que marcan una tendencia alcista
Los resultados de Tesla en 2020 definen el 2021. La revalorización sigue disparada (en enero de 2021 casi alcanza el 20%) gracias a las buenas cifras comunicadas por la compañía. Con casi medio millón de matriculaciones, se afianza como una opción seria a las grandes compañías tradicionales de automóviles. Prueba de ello es que ya cotiza en el índice S&P 500.
Y es que la fuerte escalada de las cotizaciones de las acciones, que comenzó en febrero de 2020, no solo no muestra signos de agotamiento, sino que se ha incrementado aún más.
Conclusión, ¿debo invertir en Tesla?
Como siempre, la decisión de inversión pasa por considerar numerosos factores. Entre ellos, la estrategia que estás aplicando o tu cartera actual. Contar con buenas herramientas e información es, sin duda, una enorme ventaja.
La mayoría de analistas recomiendan Tesla a largo plazo, sobre todo considerando su trayectoria pasada. Pero ahora también resulta atractiva en medio y corto plazo, con unas revalorizaciones mareantes que pueden continuar hasta la corrección. Lógicamente, no sabemos cuándo ocurrirá, ni cómo, pero sí conocemos la capacidad de Musk para dar la vuelta a la tortilla cuando es necesario.
No debemos subestimar el poder emocional que ejercen las grandes figuras financieras del mundo actual. Para bien o para mal. En ese aspecto, Tesla ha demostrado que puede sobrevivir a fracasos estrepitosos y salir airosa. Quizás sea debido a la personalidad de Musk, tozuda, imaginativa y muy ambiciosa.
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