La irrupción de los inversores que operan basándose en algoritmos informáticos hace cada vez más difícil prever la evolución de la Bolsa.
«Los últimos años han sido especialmente difíciles para los gestores activos. Los mercados han cambiado notablemente debido a las nuevas tecnologías y es más difícil prever cómo evolucionarán las bolsas a medida que los inversores tradicionales están siendo sustituidos por modelos informatizados», señaló en su carta de despedida a sus clientes Philippe Jabre, un conocido tráder que en diciembre de 2018 tuvo que cerrar su fondo Jabre Capital, creado en 2007 por culpa, según él, de las máquinas.
Muchos inversores renombrados argumentan que la creciente influencia de los inversores «cuantitativos» que operan basándose en algoritmos informáticos está causando estragos en los mercados y haciendo que el análisis tradicional y el sentido común se estén quedando obsoletos. «Los algoritmos han cambiado el ritmo del mercado y para mí son extremadamente confusos», declaró hace poco en televisión Stanley Druckenmiller, un famoso inversor y gestor de hedge funds.
Estas preocupaciones se vieron exacerbadas por la volatilidad de los mercados en diciembre. Las bolsas estadounidenses sufrieron su mayor caída mensual desde la crisis financiera, a pesar de que hubo pocas noticias económicas importantes.
Según Morgan Stanley, los inversores cuantitativos gestionan al menos 1,5 billones de dólares. JPMorgan estima que sólo alrededor del 10% de las operaciones de renta variable en EEUU las realizan actualmente inversores tradicionales. Otros mercados siguen siendo más humanos, aunque están cambiando de forma lenta pero continua.
Esto ha hecho que los algoritmos sean una pesadilla cada vez que tiemblan las bolsas. Los mercados siempre han sufrido vaivenes, pero las máquinas constituyen un culpable cómodo y sin rostro para los gestores de fondos que pierden dinero. En su defensa, los inversores cuantitativos señalan que son pequeños en comparación con la magnitud de los mercados globales.
Defensa
Clifford Asness, fundador de AQR Capital Management, dice lo siguiente: «El hecho de que operemos electrónicamente no cambia las cosas, simplemente las hacemos de manera más eficiente. Las acusaciones contra nosotros son sólo una excusa de los analistas y los gestores de fondos».
La reciente volatilidad ha puesto nerviosos a muchos inversores y ha incrementado el miedo a que los algoritmos estén haciendo que los mercados sean más volátiles y más frágiles. Hay inversores cuantitativos que admiten que el uso de algoritmos puede exacerbar los movimientos del mercado. Y dicen que los críticos sobreestiman enormemente cuánto dinero se invierte en estas estrategias, su volumen de negociación y su impacto. Según un artículo publicado por la Universidad de Pennsylvania en 2014, las personas confían más en las previsiones de los seres humanos que en las de los algoritmos, aunque estos últimos cometan menos errores y menos importantes.
Además, hay muchos otros culpables posibles de las recientes turbulencias. Muchos fondos activos tradicionales lo pasaron mal en 2018. Por otra parte, la liquidez del mercado suele bajar en diciembre, porque muchos gestores de fondos se vuelven más defensivos a finales de año.
Aunque algunos gestores de hedge funds les echen la culpa injustamente de sus propios defectos, el uso de algoritmos conlleva riesgos reales en momentos de tensión en los mercados.
Impacto
Charles Himmelberg, jefe de estudios de mercado globales de Goldman Sachs, señala que es probable que «todo el sector de inversión cuantitativa tenga menos capital que uno de los principales bancos». Pero los inversores cuantitativos hacen operaciones agresivas cuando estalla el caos en los mercados. En estas circunstancias, incluso una cantidad modesta de ventas puede tener un gran impacto. Éste es un problema tanto para los operadores tradicionales como para los inversores cuantitativos, pero las estrategias cuantitativas están programadas, son rápidas y automatizadas, y si operan en un mercado con poca liquidez pueden provocar grandes subidas y bajadas.
La escasa liquidez y la volatilidad de los mercados siempre han estado relacionadas y en la práctica es imposible discernir los numerosos factores que causan una venta masiva. Pero los mercados modernos son más vulnerables a las alteraciones abruptas. La cuestión es si se debería hacer algo para mitigar los riesgos.
Fuente: Expansion
- Las acciones de AMD caen tras la rebaja de Bernstein - 25 enero, 2023
- Una acción para el rally navideño – GAP - 25 noviembre, 2022
- Los resultados de Activision Blizzard superan las expectativas - 9 noviembre, 2022
Deja una respuesta