En estas últimas semanas hemos visto como el Nasdaq 100 ha seguido al S&P y ha conseguido romper sus máximos históricos, que databan nada más y nada menos que de la burbuja del año 2000.
Desde luego, en ninguno de los dos casos se ha tratado de una roturas con grandes activaciones de compras ; pero también es cierto que dentro de un mercado donde la lateralidad está triunfando, al menos en Estados Unidos se han ido superando grandes resistencias.
La clave ahora está en saber si esta tendencia continuará o bien si las bolsas americanas ya han subido demasiado (especialmente si la comparamos con las del viejo continente).
ASPECTOS POLÍTICOS:
Sin duda las elecciones del 8 de noviembre están en boga de muchos inversores entre los que podemos distinguir entre los más optimistas y los más pesimistas. Entre los primeros están los que dicen que gane quien gane, las políticas fiscales que llevan ambos candidatos en sus programas serán positivos, y en cualquier caso una victoria demócrata eliminaría incertidumbre al ser una continuación del actual gobierno y las encuestas así lo marcan (para quién se fie de las encuestas). Sin embargo, los hay que dicen que estas políticas fiscales no se compensarán con ingresos y se disparará el techo de gasto, o que la victoria republicana hundiría los mercados o al menos le llevaría a un periodo de gran volatilidad.
Al final, no tiene sentido un movimiento drástico de mercado, más allá de la volatilidad inicial (especialmente si hay sorpresas): las políticas fiscales no se van a tomar de la noche a la mañana, para bien y para mal; y el mercado, si hay solidez económica, acabaría absorbiendo un gobierno republicano, por excéntrico que sea, como tantas veces ha pasado.
Desgraciadamente, hay que meter en este apartado la decisión por parte de la FED de no subir desde diciembre del año pasado los tipos de interés. ¿Qué sentido tiene sino el no hacerlo, en un entorno de «pleno empleo», crecimiento sostenido e inflación repuntando (especialmente la subyacente)?. Para los que teman subidas de tipos, simplemente hay que recordarle que no siempre provocan caída en las bolsas (de nuevo, descartando los primeros momentos), así vemos como desde el 17 de diciembre de 2015, cuando la FED subió tipos, el S&P se ha apuntado un 2,89% y el Nasdaq 100 un 3,09%. Parece poco, pero si lo comparamos con el EuroStoxx que ha perdido un 7,35% en el mismo periodo con la políticas monetarias del BCE en pleno apogeo, cobra relevancia.
CONFIANZA DEL INVERSOR:
Es curioso (realmente no tanto porque pasa siempre) ver como tras muchos meses con las bolsas americanas en máximos, la confianza del inversor minorista está en mínimos; incluso el ratio de opciones put sobre call ha estado en ocasiones por encima del 1 (tantas opciones bajistas como alcistas). Posiblemente, los pequeños inversores están asustados por las cuestiones políticas anunciadas antes y por los precios de las bolsas que parecen caros, sin embargo habrá que ver si la «ley del sentimiento contrario» se da una vez más y es el desencadenante de subidas explosivas tras varios meses de calma (y ojo cuando se den y la confianza se gire porque en ese momento la tendencia también lo hará).
RESULTADOS EMPRESARIALES:
No hay que olvidar que al invertir en bolsa, compramos empresas, y su evolución debe marcar a largo plazo la de las cotizaciones. Los resultados no han hecho más que empezar, por cierto con buenas noticias de tres grandes como Alcoa, Citigroup y JP Morgan pero pueden ser muy importantes en las próximas semanas (esta noche, por ejemplo conoceremos los de Bank of America e IBM) y hacer que se vayan respetando los anteriores máximos históricos, e incluso ir despegándose de ellos.
SITUACIÓN TÉCNICA:
Poco que decir con dos índices en máximos históricos. Tal vez lo mejor es buscar algunos soportes, que serían muy válidos en caso de resultados negativos o interpretaciones pesimistas de los acontecimientos políticos.
En el S&P, en caso de perder los 2.130; los 2.000-2.010 deben ejercer de soporte, reforzado con la directriz alcista que comenzó en 2009 o con la media simple de 200 sesiones en caso de tardar unas semanas en llegar.
En el caso del Nasdaq se pueden buscar soportes menos largoplacistas, el primero entorno a los 4.660 nivel donde recortó a principios de septiembre; o bien los 4.550-55 donde tantas veces se ha estancado en los últimos meses (además a día de hoy coincide con la media exponencial de 40 sesiones). A más largo plazo tanto la directriz de 2009 como la media simple de 200 como el soporte de 4.100-4.110 deben ser tenidos en cuenta.
DIVISA:
Es obvio que un inversor europeo debe analizar la divisa en la que invierte para decidir si hacerlo o no, o bien si cubrirse o no (a largo plazo, vía fondos de inversión es muy sencillo).
Las políticas monetarias harían predecir que el dólar debería reforzarse más, algo que ya hizo la semana pasada pero todavía lejos del 1,05 (parte baja del canal que comenzó en 2015).
En caso de perforar el suelo del canal, el nivel psicológico de 1EUR=1USD puede ser importante. En caso contrario, si el mercado descuenta que la FED será muy lenta y que el BCE empezará a aminorar los estímulos, la parte alta del canal primero (1,15) y los 1,20-1,21 después deben ser los soportes (o resistencias depende de cómo se mire) a seguir.
Tal como decíamos el 4 de enero (e incluso más por el cambio en el aspecto técnico), las bolsas americanas siguen siendo muy atractivas y los inversores deberían tener, al menos hasta un 20-25%, en su cartera de bolsa a largo plazo, ya sea vía acciones, buenos fondos activos o ETFs.
@luisgarcialanga
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