La fase descendente en que dejamos al Eurostoxx en el anterior artículo todavía no ha concluido de forma oficial.
El índice europeo logró aterrizar en el soporte que anidaba entre 3.015,01 y 2.974,12, pero más abajo esperaba un nuevo objetivo (2.921,78-2.868,29), que a la postre atrajo con su magnetismo a la cotización, al tiempo que la onda sinusoidal se ajustaba a la derecha para ofrecernos un nuevo suelo teórico (ST), que se preveía para el 6 de mayo.
En verdad, el suelo provisional del ciclo se ha formado exactamente el 6 de mayo, si bien el Eurostoxx ha carecido del suficiente arrojo como para auparse a lomos de la fase ascendente. Lo único que ha logrado el selectivo europeo es describir un movimiento lateral que abre la puerta igualmente a una resolución alcista como a una bajista.
Si el lunes asistimos a la continuidad de las compras registradas el viernes, tal vez seamos testigos por fin de un cambio de fase. En cambio, si la opción alcista no se impone enseguida, cabe pensar que el fiel de la balanza se inclinará a favor de una prolongación de la fase descendente, en cuyo caso las ventas podrían ser muy duras.
Después, empezó a crecer en mi interior la convicción de que me faltaba una pieza para completar el rompecabezas. Esa pieza era el factor tiempo. Gracias al magisterio de W.D. Gann y J.M. Hurst conseguí dotar a mi sistema de coherencia.
Soy editor de www.bolsayciclos.com
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