En mi primer trabajo relacionado con los mercados financieros a través de una agencia de valores hacia el año 2000, pregunté a uno de los analistas sobre si era buen momento para invertir en oro. La respuesta fue que estaba demasiado caro.
Desde el año 2000 hasta febrero de este año, la cotización del futuro de la onza de oro se ha sextuplicado, pasando de unos 300$ la onza en el año 2000 a 1200$; tocando máximo de 10 años en agosto de 2011 que tocó 1815$ la onza.
Hay que tener muy claro que la inversión directa en oro es bastante complicada y no siempre está al alcance del inversor o ahorrador medio; por no contar los costes de depósito, impuestos a pagar y un largo etcétera. Está claro que la relación entre el ser humano y el oro como valor refugio no es un tema de esta última crisis. Aunque es cierto que en los últimos años han proliferado empresas dedicadas a la compra venta de oro, quien no ha visto en las grandes plazas de muchas ciudades españolas personas con grandes carteles en los que podía leer que se compraba o vendía, o las largas colas en los montes de piedad de todas las entidades de crédito con gente empeñando sus joyas de oro o plata para poder conseguir liquidez; desde el principio de la humanidad, el oro y la plata se han utilizado como medio de pago, utilizándose en actualmente para medir las reservas financieras de los banco centrales de muchos países.
¿Cómo invertir en oro?
Como producto financiero complejo, se pueden comprar o vender futuros sobre la onza de oro en los mercados financieros más importantes del mundo a través de un sinfín de brókers, agencias de valores o entidades de banca privada. Como hemos repetido en otras ocasiones, este tipo de productos financieros tienen una alta volatilidad, normalmente más alta que muchos valores del Ibex35 o del Eurostoxx50; por lo que debemos dejar claro a nuestros clientes con perfiles moderados, que la inversión en estos productos debe ser muy pequeña y meramente especulativa.
Además de la compra futuros, podemos invertir esa pequeña parte de la cartera en fondos de inversión ligados a empresas que se dedican a la extracción, comercialización, venta de metales preciosos y cualquier negocio relacionado con estos metales preciosos.
Este tipo de fondo también tiene también altísima volatilidad, pero es un producto más sencillo y seguro en el que invertir y mucho más al alcance del inversor medio, sin olvidar que se trata de fondos de renta variable con volatilidades en muchos casos superiores al 20%.
Aunque la rentabilidad de estos fondos durante los últimos 5 años ha sido negativa debido a que como hemos comentado anteriormente, es utilizado por clientes institucionales y particulares como valor refugio en momentos de grandes caídas de los índices bursátiles mundiales o de máxima volatilidad, por lo que en periodos con subidas bursátiles, estos clientes prefieren invertir en acciones con rentabilidades similares, pero con menos volatilidad.
Según ha publicado Funds People esta semana en un artículo sobre los mejores fondos de renta variable en el mes de febrero, fondos de inversión que invierten en oro y empresas relacionadas con la extracción de materiales preciosos, ocupan las 4 primeras posiciones, destacando el BGF World Gold A2 SGD H y el Amundi Fds Eq Global Gold Mines IU-C con una rentabilidad superior al 30% en el mes.
En definitiva, el oro y los metales preciosos serán siempre un valor refugio para la humanidad y creo que aunque los mercados financieros cambien y los productos financieros evolucionen; el oro siempre servirá como referencia para medir la riqueza. Aun asi, la inversión directa en este tipo de productos conlleva una alta volatilidad y por consiguiente la posibilidad de perder parte del patrimonio invertido.
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