Montaña rusa no apta para individuos aquejados de trastornos cardiacos, las dos últimas semanas se han convertido en una espiral de emociones, en la que los especuladores han sentido en carne propia el frenesí típico de los desplomes, que suelen caracterizarse por su rapidez y verticalidad.
Ahora bien, no menos rápida y vertical está resultando la remontada de las cotizaciones.
Sea como fuere, desde el día en que publiqué el último informe, el Eurostoxx tuvo a bien derrumbarse, y lo hizo justo hasta la fecha prevista por la onda sinusoidal, que terminó ajustándose a la derecha para ofrecernos un nuevo suelo teórico (ST).
En verdad, el suelo del ciclo se formó un día antes de lo previsto, pero teniendo en cuenta la celeridad de los acontecimientos, se trata de un margen de error más que aceptable.
Ahora que el ciclo se encuentra de nuevo embarcado en su fase ascendente, debemos presar atención al hecho de que el techo teórico (TT) se cumple el lunes de la próxima semana. Por supuesto, nada impide que la fase ascendente se extienda más allá de esa fecha, pero debemos estar atentos por si se atisban nuevos signos de debilidad.
Después, empezó a crecer en mi interior la convicción de que me faltaba una pieza para completar el rompecabezas. Esa pieza era el factor tiempo. Gracias al magisterio de W.D. Gann y J.M. Hurst conseguí dotar a mi sistema de coherencia.
Soy editor de www.bolsayciclos.com
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