En el anterior informe, comentaba lo siguiente: «(…) el retroceso de la cotización se detuvo al entrar en escena el ST, previsto para el 28 de julio. Desde entonces, el Eurostoxx ha forjado un rebote que, sin embargo, ha carecido del empuje necesario para provocar un cambio de fase cíclica. Dicho esto, se me antoja que la rotura del máximo constituido el viernes (31 de julio) debería acarrear la entrada del ciclo en su fase ascendente«.
Dicho y hecho. El Eurostoxx superó la zona indicada, aupándose a lomos de la fase ascendente, momento a partir del cual calculé los objetivos de subida, al tiempo que la onda sinusoidal preveía el techo teórico (TT) para el 5 de agosto.
Unos días después, quedaba claro que el primer objetivo de subida era un hueso duro de roer y que el TT había acertado en su pronóstico sobre la fecha en torno a la cual podía frenarse la subida.
En su momento, avisé en Bolsayciclos de que la rotura a la baja de la línea horizontal situada en 3.622,33 provocaría la entrada en escena de la fase descendente, circunstancia que aconteció al día siguiente.
Al instante, calculé los objetivos de caída de la fase descendente, al tiempo que la onda sinusoidal preveía el suelo teórico (ST) para el 13 de agosto.
Al cierre de este viernes, podemos constatar que la fase descendente ha detenido su caída al aterrizar en el objetivo comprendido entre 3.529,99 y 3.488,10, y que ST ha acertado en su pronóstico sobre la fecha en torno a la cual podía frenarse el retroceso.
Con vistas al futuro, se me antoja que la superación del máximo marcado el jueves debería propiciar que la fase ascendente vuelva a hacerse con el control del ciclo.
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