Al hilo de la definición de «miedo» que nos ofrece la R.A.E («Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario»), se puede establecer una diferenciación entre miedo real y miedo imaginario. El miedo imaginario se produce al sentir la sensación de peligro sin que haya ningún motivo racional por el cual debamos estar alerta, en contraposición al real, donde sí existen razones por las que debemos ser cautelosos.
La palabra miedo normalmente provoca un mal feeling tan solo con escucharla y por tanto, convocar un debate sobre la positividad o negatividad de este sentimiento parece, a priori, carecer de mucho sentido. Sin embargo, si profundizamos un poco más sobre el tema podemos llegar a conclusiones totalmente diferentes.
¿Por qué los niños con insensibilidad al dolor tienen muchas más probabilidades de fallecer a edad más temprana? Obviamente, porque no disponen de ese mecanismo de alerta del peligro, de tal forma que si por ejemplo se están quemando una mano, no son conscientes de ello, pudiendo sufrir graves consecuencias.
En cierta manera, el miedo racional se puede asemejar al dolor en esa faceta de alerta, ya que al experimentar una angustia por un riesgo real se abre la oportunidad de ser consciente de los factores causantes del mismo para poder eliminarlos.
Aplicado al mundo del trading, ¿qué tipos de miedo existen?
– Por un lado podemos tener miedo a perder dinero. Si tenemos un sistema ganador con buena gestión monetaria y plena confianza en el método, obviamente no tendríamos este sentimiento. Por tanto, el miedo nos alerta de que o bien el problema está en el sistema y gestión monetaria o bien está en nuestras emociones. Es por ello que veo positivo el tener miedo si éste no nos paraliza y somos capaces de detectar el error y subsanarlo.
– La otra cara de la moneda es el miedo a ganar dinero. En el deporte cuando un equipo, y sobre todo cuando es novato en esas lides, está a punto de conseguir un título importante puede experimentar el llamado miedo a ganar, tirando a la basura todo lo conseguido en el campeonato hasta ese momento. En el trading igual. Quizás por baja autoestima, por pensar «no me lo merezco» o por factores que se me escapan, hay personas que se autosabotean inconscientemente para no tener éxito.
Por tanto, el miedo no tiene por qué ser negativo si nos sirve de alerta para detectar los errores y subsanarlos. Si tuviéramos plena seguridad en nuestras reglas, el fallar unas cuantas operaciones no nos daría miedo sino que pensaríamos, acertadamente, que sería pura estadística. El controlar las emociones es vital en todo tipo de negocios, pero más en el que nos ocupa, así que toca mejorar el sistema, la gestión monetaria y sobre todo la emocional.
Un saludo a tod@s !
Daniel Pernas
@danipernas79
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