En el anterior informe, publicado hace dos semanas, comentaba lo siguiente: «(…) La sesión del lunes se promete decisiva, a cuenta del asunto griego. Si las noticias son buenas, asistiremos a una rotura del máximo constituido ayer y la entrada en escena de la fase ascendente. De lo contrario, lo más probable es que asistamos a una prolongación de la fase descendente».
Huelga decir que el Eurostoxx descontó un acuerdo entre Grecia y sus acreedores, de ahí que se embarcase en la fase ascendente del ciclo, en cuyo seno permaneció hasta alcanzar el TT, que la onda sinusoidal pronosticó para el 25 de junio. Después, sobrevino la decepción a cuenta de la convocatoria del referéndum previsto para hoy. En los siguientes gráficos se comprueba a modo de plano secuencia todo cuando acabo de comentar.
Al cierre del pasado viernes, podemos decir que, espoleado por la rotura del mínimo de la inside bar dibujada el jueves, el Eurostoxx estuvo a punto de perder el soporte que se acomoda entre 3.480,89 y 3.438,53, pero al final del día aparecieron unas cuantas órdenes de compra que evitaron que la sangre llegase al río.
Lo cierto es que el ciclo de 40 días ha llegado a un punto en el que no caben medias tintas. El resultado del citado referéndum se me antoja decisivo. O la fase descendente se extiende de forma violenta o bien la fase ascendente se hace con el timón del ciclo de manera expeditiva, en cuyo caso la superación del máximo marcado el jueves se presume decisiva.
Después, empezó a crecer en mi interior la convicción de que me faltaba una pieza para completar el rompecabezas. Esa pieza era el factor tiempo. Gracias al magisterio de W.D. Gann y J.M. Hurst conseguí dotar a mi sistema de coherencia.
Soy editor de www.bolsayciclos.com
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