23 de julio de 2014
Carolina Pérez Sardelis
“ Solo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos” – Ortega y Gasset
La crisis económica del 2007, con la caída del sistema de bancos de inversión, (Lehman brothers como referente) y los problemas extendidos al resto de los países sobre todo europeos tuvo su origen en la globalización de los productos financieros. La Troika nació para dar respuesta a las necesidades de financiación de los países europeos durante la última crisis económica, de ahí la composición de la misma: el Banco Central Europeo , el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea.
Es por ello necesario saber la función de cada uno de estos organismos, siendo dos europeos y uno de ámbito internacional. Como es de esperar ante una situación financiera adversa que afecta a un conjunto de países bajo la misma moneda y autoridad económica , la participación del BCE es más que necesaria en termimos de política monetaria, que se ve complementada por la Comisión Europea en la búsqueda del consenso, como encargado del poder ejecutivo de la Unión Europea, encargado de proponer leyes, aplicar decisiones y lo más importante la defensa de los tratados de la U.E. , donde se establecen los principios de convergencia ( en términos de déficit público y deuda nacional que muchos estados han incumplido durante los últimos años). Apoyando estas dos “instituciones locales”, está el FMI, en términos de financiación.
La troika es por tanto la que se encarga (en Europa) de hacer cumplir los requisitos de los tratados de la U.E. apoyado por el BCE y el FMI para obtener liquidez y poder financiar a los países que precisen de ayuda, a cambio de la promesa de cumplir con las directrices y consejos en cuanto a medidas y reformas que deben de seguir para sanear y mejorar la situación económica que están afrontando, cediendo parte de autonomía a cambio de la financiación necesaria a una tasa de interés inferior a los mercados de capitales estándar.
El porqué de la troika va unido a su función de tratar de buscar solución a situaciones de déficit continuo y extremo en países, como Grecia, Portugal , para de esta forma tratar de ayudarlos a volver al punto donde estaban originalmente. En cuanto al debate de la necesidad de la troika, como en todo hay bandos, los detractores consideran que el financiamiento esta bien planteado pero el coste en términos de requisitos provoca una sangría constante en el país así como un intervencionismo no necesario en estos tiempos en política nacional si no que debería de ser a nivel supranacional, es decir en términos europeos, pero por otra parte, tenemos a los defensores, que lo ven como una oportunidad de poder crecer y tomar las medidas necesarias que si se hubiesen tomado a tiempo no hubiesen provocado esta situación.
Los efectos de momento son dispares, tres han sido los países Europeos que han necesitado de la intervención de la troika: Grecia , la primera en 2010, y el caso más extremo en cuanto a requisitos exigidos para su reforma y mejoras ante la situación dramática que estaba afrontando, Irlanda que actualmente ya no forma parte del programa, y Portugal al año siguiente 2011. El caso de Chipre en 2013 es de menor repercusión dado sus posibles efectos domino dentro de la U.E. debido a su reducido tamaño.
Por tanto el fin de la troika no es otro que el financiar, supervisiar y asesorar a los países en cuestión para de esta forma salir de la mejor forma posible y con los menores efectos de las crisis económicas y en algunos casos sociales que están afrontando.
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