Barcelona, 11 abr (EFECOM).- CatalunyaCaixa ha cerrado la venta de su división inmobiliaria al fondo internacional Blackstone por unos 40 millones de euros.
Blackstone asumirá la plantilla de CatalunyaCaixa Inmobiliaria (CXI), formada por unas 140 personas, y mantendrá a Eduard Mendiluce como consejero delegado de la sociedad, según ha informado hoy la entidad financiera.
La operación supone la venta de la gestión de los activos inmobiliarios adjudicados de CatalunyaCaixa y de los traspasados a la Sareb (banco malo) en 2012, así como los préstamos dedicados a promoción y construcción.
El precio de venta acordado alcanzará un máximo de 40 millones de euros en función del perímetro de la transacción y de acuerdo con el cumplimiento de los objetivos y condiciones pactados.
Con esta venta, previa a la futura subasta de la entidad, CatalunyaCaixa da un nuevo paso en su proceso de desinversiones no estratégicas, con el objetivo de focalizar su actividad en la banca minorista.
En concreto, CXI pasará a manos de diversos fondos de inversión gestionados por Blackstone en colaboración con Magic Real Estate, que asumirán la gestión de un volumen de activos cercano a los 8.700 millones de euros propiedad de CatalunyaCaixa y de la Sociedad de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb).
CXI, que gestiona activos en España, Portugal y Polonia, vendió o alquiló el pasado año 6.000 inmuebles por valor de 680 millones de euros.
Fundada en 1991, Blackstone es el mayor gestor de inversiones de bienes inmuebles del mundo, según la entidad catalana, y cuenta con más de 79.000 millones de dólares de capital de inversores bajo su gestión.
Su cartera incluye hoteles, oficinas, activos industriales y comerciales y propiedades residenciales en Estados Unidos, Europa y Asia.
CatalunyaCaixa, que está pendiente de ser subastada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), cerró el año pasado con un beneficio de 532,2 millones de euros, una vez acometida su recapitalización y saneamiento, frente a las pérdidas de 11.856 millones que tuvo en 2012.
De estos beneficios, 167,8 millones son de carácter recurrente, esto es, proceden estrictamente del negocio bancario, mientras que el resto, 364,4 millones, se atribuyen a dotaciones, activos fiscales y canje de híbridos.
CatalunyaCaixa, que ha recibido ayudas públicas por valor de 12.050 millones, asegura que ha acelerado su reestructuración en el último año para ser más «atractiva» de cara a su futura venta.
En este sentido, destaca la culminación del proceso de cambio de instrumentos híbridos, el cierre de un acuerdo laboral sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), la venta de Telentrada y, ahora, la de su división inmobiliaria.
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