Juan Palop
El arranque de la iniciativa «The Job of my life» («El trabajo de mi vida», en inglés), que ofrece en sus dos variantes plazas en ciclos de formación profesional dual y empleos para trabajadores cualificados, ha sido un éxito y tenido especial aceptación en España, según las autoridades alemanas.
España, por su tamaño y tasa de desempleo juvenil, ha sido el país que más jóvenes ha aportado de los diez que se han unido ya al programa, a pesar del revuelo generado por casos como el de los 130 jóvenes de Madrid y Castilla-La Mancha que llegaron a Erfurt (este de Alemania) en verano y no encontraron el contrato prometido.
«La cuota española se sitúa sobre el 50 %. La propuesta ha suscitado un gran interés», aseguró a Efe Beate Raabe, responsable de comunicación de la Central de Mediación para Extranjeros y Especialistas (ZAV), el departamento de la Agencia Federal de Empleo (BA) encargado de esta iniciativa.
Alrededor del 30 % de los 1.200 puestos de trabajo ofertados para profesionales y la «gran mayoría» de las más de 400 plazas dispuestas en cursos de formación profesional ha ido a parar a manos de candidatos españoles, según el resumen del ejercicio de la ZAV.
La mayor parte del resto de jóvenes enrolados en la variante formativa proviene de países en crisis de la zona del euro, de Portugal, Grecia e Italia; mientras que la mitad los participantes en la línea profesional llegan de Europa del este, principalmente de Bulgaria, Rumanía y Polonia.
«El programa de promoción de plazas de formación ha tenido lugar (este año) por primera vez y hemos irrumpido en terreno desconocido de forma muy exitosa», valoró recientemente Monika Varnhagen, directora del ZAV.
«The Job of my life» está ligado al acuerdo bilateral que firmaron Berlín y Madrid este año para facilitar que jóvenes desempleados españoles pudiesen trasladarse a Alemania para estudiar y trabajar en la primera economía europea.
España alivia así su elevada tasa de paro juvenil, que supera el 50%, y Alemania se procura profesionales formados o en vías de estarlo para paliar su déficit de mano de obra cualificada.
El Gobierno alemán asegura que su economía precisa «decenas de miles» de universitarios -principalmente ingenieros e informáticos- y la BA cifró este año en 33.000 las plazas de aprendiz que las empresas no logran cubrir.
Alemania destinará 40 millones de euros al año hasta 2016 a esta iniciativa, y algo menos en 2013, porque el programa arrancó a mediados del ejercicio.
La ZAV estima que el Estado alemán va a dedicar más de 10.000 euros al año en cada estudiante extranjero, ya que el «paquete completo» que reciben los alumnos incluye alojamiento, transporte, manutención y cursos de perfeccionamiento del idioma, entre otros conceptos.
Además de este programa público, decenas de compañías alemanas, entre ellas gigantes de la electrónica como Siemens o referencias del sector automotriz como BMW, están lanzando programas integrales para captar aprendices del sur de Europa y formarlos tanto a nivel técnico como idiomático.
Mientras que el desempleo juvenil en países como España y Grecia afecta a uno de cada dos personas de menos de 24 años, el de Alemania se sitúa en el 7,5 %, una tasa que Berlín relaciona con la orientación laboral de su formación profesional dual.
La formación profesional dual en Alemania, donde están reconocidas unas 350 titulaciones profesionales, combina la capacitación teórica con la formación directa y remunerada en centros de trabajo.
Más de 500.000 compañías -en su mayoría pymes- participan en este modelo, en el que el Estado alemán asume el coste de la formación teórica.
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