TECNOLOGÍA: 3Doodler, el bolígrafo que “imprime” objetos en tres dimensiones

Uno de los gadgets más curiosos que se han presentado en la popular feria electrónica IFA que se está celebrando en Berlín, es 3Doodler, un “lápiz” que permite “dibujar” de una manera muy sencilla imágenes en 3 dimensiones. Y es que la impresión en 3D es una de las grandes novedades tecnológicas de los últimos años que aspira a convertirse en un “boom” muy pronto.

El 3Doodler se trata de un bolígrafo grueso con un peso algo menor a los 200 gramos, que funciona derritiendo a través de la punta un cilindro de plástico ABS o PLA, que previamente se ha introducido por la parte de atrás, y que al ser expulsado se solidifica rápidamente a temperatura ambiente. Cuenta con dos botones para regular la cantidad de plástico que sale derretido.

¿Cuál es la diferencia entre el 3Doodler y las impresoras 3D? Aunque la tecnología que se utiliza es similar, el funcionamiento es diferente. En el caso de las impresoras que construyen figuras tridimensionales, reciben la información directamente de un software con el que se ha diseñado el objeto y lo reproduce de forma automática.

El bolígrafo 3D está más enfocado a la creación manual, es más rudimentario y en todo caso una forma diferente de impresión. Con él tenemos la posibilidad de crear objetos físicos mientras pintamos sobre un papel o simplemente al dibujar formas en el aire. Es un proceso más controlado por la persona.

Este proyecto iniciativa de Peter Dilworth y Max Bogue a buen seguro ayudará a popularizar la impresión en 3D y aunque tiene una gran variedad de utilidades dirigidas a usuarios de diferente edad, hay que recordar que no se recomienda su empleo por los menores de 12 años, debido a la alta temperatura que puede llegar a alcanzar la punta del bolígrafo, en algunos casos por encima de los 270 grados.

Ya se está trabajando en los diferentes usos que se le puedan dar a este dispositivo. El campo de la enseñanza puede ser uno de sus principales aliados. Por ejemplo utilizándolo en las clases de plástica para que los alumnos puedan crear todo tipo de formas. En el caso de los profesores puede ser una herramienta muy práctica a la hora de ilustrar sus explicaciones, llegando incluso a sustituir a la clásica pizarra.

En el ámbito industrial sus aplicaciones pueden ser incontables, especialmente para los diseñadores, que antes de darle el visto bueno a un modelo definitivo, pueden probar construyendo diferentes prototipos hasta lograr aquel que se ajuste mejor a lo que están buscando. Obviamente como un simple artículo de entretenimiento el éxito ya está asegurado.