Uno de los cisnes negros que temía el mercado era la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, algo que era improbable hace unos meses, posible en las últimas semanas y una realidad desde la primera hora de la mañana del miércoles.
Muchos analistas y «gurús» advertían una debacle en las bolsas lo que provocó, como tantas veces ocurre un miedo a los inversores, especialmente a los pequeños. Esto se puede ver, no solo por el comportamiento errático de los primeros minutos de cotización tras la noticia sino por el sentimiento del inversor publicado por la AAII los días antes y el día después:
- 6 de octubre: 28,79% de alcistas.
- 13 de octubre: 25,47% de alcistas.
- 20 de octubre: 23,74% de alcistas.
- 27 de octubre: 24,75% de alcistas.
- 3 de noviembre: 26,64% de alcistas.
- 10 de noviembre (primer dato tras las elecciones): 38,89% de alcistas.
- Media histórica de alcistas: 38,50%.
Pues bien, en las bolsas se tradujo con caídas las semanas previas, especialmente en Estados Unidos, para recuperar buena parte de las mismas los días posteriores a las elecciones y dejar la situación técnica de los principales índices así tras el cierre semanal:
Ibex:
Se trata de una de las excepciones a la recuperación post-Trump. La resistencia de los 9.200 puntos volvió a ser un freno la semana anterior, no pudiéndose acercar de nuevo a ella durante ésta última, cerrando incluso en mínimos semanales:
Muy posiblemente el peso de las eléctricas y del BBVA posibles perjudicados de la elección de Trump y no tener sectores más cíclicos y por tanto más sensibles al ciclo económico han sido las causas. En caso de continuar las caídas, el soporte de 8.200 en primera instancia y los mínimos anuales en segunda deberían ser los tenidos en cuenta por inversores en bolsa española.
DAX:
Continúa con su lateral entre 10.200 y 10.800 tras salirse de la directriz bajista.
La rotura por arriba de este rango le podría llevar a los máximos anuales (e históricos) a medio plazo, sin embargo la perforación de la parte baja tendría varios sustentos relativamente cercanos: 10.000-9.470- 8.700.
EuroStoxx:
También sigue en su propio lateral entre los 3.100 y los 2.900, siendo el punto central del mismo el nivel de los 3.000 que tan sólido fue entre finales de 2013 y principios de 2015.
Los últimos máximos de ese canal están coincidiendo con la directriz bajista comenzada en 2015, por lo tanto una rotura de ambas, igual que pasó en el DAX podrían ser muy positivos. En caso contrario, además de la parte baja del canal, los 2.670 donde rebotó tras Brexit y petróleo y donde está el 61,8% de Fibonacci de la subida entre 2011 y 2015 debería volver a funcionar.
S&P:
Tras varias semanas coqueteando con la pérdida de los 2.130 que suponían los anteriores máximos históricos, los conseguía perder con cierta consistencia en la anterior vela semanal; sin embargo, a pesar del miedo, ésta semana los ha conseguido recuperar.
Ni que decir tiene que los 2.130 comentados son el soporte a tener en cuenta más cercano, siendo los 2.000 los siguientes y los 1.800 algo más alejados pero que podrían ser una referencia para los largoplacistas.
El dólar, por su parte también ha mejorado tras las elecciones pero todavía le queda algo de recorrido para intentar romper la base del canal que comenzó en 2015: 1,05-1,15.
Nasdaq:
En caso del índice tecnológico no ha conseguido recuperar los anteriores máximos históricos a pesar de hacerlo puntualmente durante la semana.
En caso de consolidar por debajo de los 4.815, las siguientes referencias estarían en los 4.550 y para los que tienen horizonte temporal de inversión más largo en 4.100.
Nikkei:
La bolsa nipona fue la primera presa del pánico bajando a medida que el escrutinio iba dando ventaja al líder republicano cerrando con una caída superior al 5% dejándolo incluso por debajo del soporte de 16.400.
Como se aprecia en el gráfico anterior, este nivel se recuperó rápidamente cerrando la semana en los máximos anuales donde ya se topó las dos semanas anteriores, pero intentando consolidar por encima de la directriz bajista de 2015. En caso de conseguirlo los 18.300 primero y los 20.000 después deberían ser sus objetivos inmediatos.
El yen que tanto ha ayudado a los inversores en bolsa japonesa lleva ya unos meses frenado entre los 111 y los 116; niveles clave para saber si continuará la tendencia o bien cambiará; en cuyo caso podría ser necesario una cobertura de divisa:
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