El jueves pasado asistí a una charla que dió Gay de Liébana en Madrid a la que fui invitado y después tuve la ocasión de hablar un rato con él.
Le di las gracias por la labor de difusión tan importante que hace aunque si viviéramos en un Estado culto y moderno donde la democracia fuera más real y los gobernantes no engañaran a los ciudadanos, él (al igual que tantos otros economistas que van dando charlas por todo el país y escriben libros) sería un total desconocido. Pero el hecho de que gente como él o como Leopoldo Abadia, Luis Garicano, José Carlos Díez, Daniel Lacalle, cada uno desde su posición, vendan tantos libros es una buenísima noticia: la gente quiere saber y no quiere que la engañen.
Además tuve ocasión de comentar varios temas interesantes. En primer lugar, su independencia política. Me comentó que tenía amigos en el PP, en el PSOE, en CIU, IU y que a todos les decía que la política «era una mierda». Así lo dijo. Don Jose María no vota, en lo que discrepo con él.
En su discurso no habla abiertamente de los culpables de la crisis. En más de una hora de presentación, se limitó a describir datos y las previsiones del FMI. Pero su discurso es incómodo, pese a que es un hombre muy simpático, porque la gente puede deducir muchas cosas. No es por presumir, yo conocía casi todas las cifras que dió pero ¿cuánta gente las conoce?.
Estas son algunas de las cosas que dijo:
– Desde el año 2008 ha habido un déficit acumulado de 545.000 millones de euros, mientras que los ingresos son casi todos vía impuestos y no tienen visos de aumentar.
– El Gobierno de Mariano Rajoy ha acumulado 230.000 millones de deuda pública y no ha habido reducción del gasto de las administraciones públicas. El status quo de la política y de las administraciones sigue intacto. Todo se recorta menos a los políticos y sus dispendios.
– El Sr. de Guindos, dijo el Sr. Gay de Liébana, sólo piensa en los bancos. La cifra total del rescate bancario es de 246.000 millones de euros. Y pese a lo que dijera nuestro ministro exdirectivo de Goldman Sachs, es harto improbable que esta cantidad podamos recuperarla. No está previsto su devolución. Le pregunté expresamente al Sr. Gay delante de todo el auditorio y contestó que, en su opinión, se iría sufragando por todos nosotros vía impuestos.
– La corrupción es una de las claves de que la economía vaya mal.
– La clase media es la que contribuye más a la economía y la más castigada.
– Las perspectivas del empleo (para el FMI) son que no habrá recuperación hasta 2018.
– Pese a lo que se diga, los recortes previstos son enormes. Creo recordar que se habían recortado 10 mil millones y en los próximos años la siguiente cifra era 25 y así sucesivamente. Así que preparaos que vienen curvas. Y son previsiones del FMI.
– La inversión inmobiliaria es un hecho pero sin inversión productiva y en innovación y tecnología, no habrá crecimiento.
– La bajada de la prima de riesgo es ficticia. No es creíble salvo por las ayudas de Draghi a la banca y a sostener el sistema financiero español para no hundir Europa.
La charla que dió en Madrid, por cierto, era ante unas cien personas del sector inmobiliario, todas bastante ilusionados por el devenir de las cosas en el sector en los últimos meses y de carácter conservador. Lo se porque les conozco personalmente a casi todos. Los comentarios tras la charla eran que había sido excesivamente pesimista y eso que el Sr. Gay de Liébana moderó su discurso (puedo decirlo porque le he oído y leído antes) e intentaba hablar de aspectos positivos. Me preguntó que pensarían si el economista hubiera incluido en su discurso temas sociales: desahucios, desigualdades laborales y salariales, índice de pobreza infantil, etc etc.
En lo más profundo de mí me alegré de que algunos presentes hubieran oído aquello porque mucha gente vive en la ignorancia. ¿Cómo se vive en la ignorancia?. Muy sencillo; no leyendo, no informándose y oyendo siempre los mismos medios de comunicación no independientes, controlados por la banca y los políticos.
Tengo una opinión muy personal y es que en esta crisis ha habido dos culpables: Los bancos y la clase política, por ese orden.
Los primeros son los grandes beneficiados de la crisis. No hay más que ver sus números gracias a las continuas prebendas del Banco Central Europeo y de este Estado que conformamos nosotros. Y lo más grave es que no piensan devolvernos lo prestado y han fortalecido su posición en medios de comunicación, en los partidos y muchos otros estamentos de nuestra sociedad. Son más fuertes que nunca.
Los segundos, la clase política y especialmente los gobernantes, no han cambiado sus costumbres, gobiernan para unos pocos, se preocupan por sí mismos y desprecian a las personas, a los ciudadanos.
Para terminar, tengo la firme convicción que la política y la economía son muy necesarias. Estoy cansado de oir aquello de que todos los políticos son iguales en boca de gente que ni protesta ni hace nada por cambiar las cosas. Como decía el Generalísimo: “Usted Señora, haga como yo. No se meta en política”. Y la gente está entendiendo que la economía es clave en nuestras vidas. Y más importante que la política y la economía es la política económica. Es decir, las decisiones políticas que toman los gobiernos sobre la economía. Hace poco escribí sobre el «apasionante» Capítulo tercero de la constitución para dar a ver cómo no se cumple en absoluto lo que dice nuestra Ley de leyes.
Y entonces, ¿Qué podemos hacer con los políticos? En mi opinión hay que votar, pero a partidos que no sean ni PP ni PSOE o en blanco, voto protesta en democracia. La abstención, sin ser totalmente de mi desagrado, navega en aguas peligrosas en democracia.
En cuanto a política económica el Gobierno que tenemos ahora no tiene un rumbo claro salvo beneficiar a los bancos, a sus amigos y a sí mismos. Reto a cualquiera a que me explique cuál es la política económica del Gobierno. Una opción sería votar a alguien que presente una mínima coherencia.
Es la hora de los ciudadanos, del conocimiento, de luchar por la supervivencia de nuestra democracia. No hay que dejarse engañar. No es aceptable que el Presidente del Gobierno y los ministros mientan continuamente a los ciudadanos y queden impunes. No es aceptable que los bancos que nos han llevado a esta situación salgan beneficiados de ella, mientras pagamos los ciudadanos con recortes económicos y de derechos.
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