Apple Inc (NASDAQ:AAPL), el popular fabricante de iPhone, sin duda tiene contentos a sus alcistas. Las acciones están mostrando una fuerte resiliencia, sorprendiendo a muchos analistas que pensaban que el negocio de teléfonos de la compañía lastraría mucho el precio de sus acciones.
Pero ese pesimismo contra Apple se está debilitando rápidamente después del lanzamiento de la compañía del iPhone 11 que, a diferencia de varios modelos anteriores, está teniendo una gran acogida. De hecho, la semana pasada, el periódico japonés Nikkei informaba de que Apple ha dado instrucciones a sus proveedores para aumentar la producción de iPhone 11 en un 10%.
Esta noticia se combina con varios analistas que plantean sus propias previsiones, citando declaraciones similares de la cadena de suministro de la compañía. Las estimaciones de Wall Street en cuanto a los envíos de iPhone del actual año fiscal de Apple han aumentado en 3 millones de unidades desde que los nuevos modelos salieran a la venta el 20 de septiembre, según FactSet.
«Estamos elevando discretamente nuestras previsiones acerca del volumen de iPhone y esperamos que la confianza de los inversores en las acciones de AAPL mejore materialmente», dijo el analista de J.P. Morgan, Samik Chatterjee, en una nota reciente, elevando su objetivo de precio de las acciones de Apple de 243 a 265 dólares por acción. «También aumentan las expectativas en cuanto al volumen de cara al curso 2020/2021 de la mano de una mayor aceptación de los iPhones habilitados para 5G que se presentarán en septiembre de 2020», añade Chatterjee.
Impulsadas por estos catalizadores positivos, las acciones de Apple registraron máximos históricos en 229,93 dólares el 7 de octubre. Cotizando en 227,03 dólares al cierre de ayer, las acciones han repuntado alrededor del 60% desde que tocaran fondo en diciembre. Pero la gran pregunta en el futuro es si esta tendencia alcista es sostenible y si es éste el momento adecuado para posicionarse en largo en Apple.
Interrupción de la cadena de suministro
Los riesgos para el fabricante de iPhone son muchos y muy graves en su naturaleza. El mayor de ellos es la interrupción del sistema de la cadena de suministro de la compañía —una red integral de proveedores de bajo coste— si la disputa comercial entre Estados Unidos y China se intensifica. Funcionarios de China se reúnen esta semana con sus homólogos estadounidenses para tratar de resolver sus diferencias. Y hay informes de los medios de comunicación que dicen que China está dispuesta a acordar un acuerdo comercial limitado si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está dispuesto a mostrar cierta flexibilidad en los aranceles.
Además del optimismo relacionado con el iPhone 11, los inversores están cada vez más seguros de que China no perjudicará a Apple si la actual disputa comercial continúa debido a la contribución masiva de la compañía a la economía china. En una nota a los clientes este verano, el analista de Bank of América, Wamsi Mohan, afirmaba que había pocas probabilidades de que Apple quedara atrapada en el fuego cruzado entre Estados Unidos y China.
Con la revaluación de riesgos de China, los inversores se están centrando de nuevo en la sólida cartera de productos de la compañía y su impulso para acelerar las ventas a través de su división de servicios.
Un nuevo factor que impulsará la demanda de nuevo hardware es la implementación de la quinta generación, o teléfonos 5G en 2020. Las estimaciones de Wall Street sobre el impacto de los iPhones 5G en Apple son demasiado conservadoras, según Kyle McNealy, analista de Jefferies.
«Creemos que Wall Street subestima el beneficio que AAPL obtendrá de esto al comienzo del ciclo 5G», dijo McNealy en una nota a los clientes la semana pasada. Wall Street estima que Apple venderá 190 millones de dispositivos 5G en 2021, lo que está un 9% por debajo del volumen unitario promedio de seis años de iPhone. McNealy dijo que estas estimaciones son demasiado conservadoras. Estima que 208 millones de iPhone serán enviados en 2021.
La última tendencia alcista en las acciones refleja también el éxito del director ejecutivo Tim Cook en la diversificación de los ingresos de Apple para que no giren en torno al iPhone. Los servicios de la compañía, que incluyen Apple Music, alquiler de películas y descargas de aplicaciones, produjeron un crecimiento del 33% el año pasado con ventas que alcanzaron los 40.000 millones de dólares, lo que supone alrededor del 15% del total de los 265.600 millones de dólares la compañía.
En lo que va de año, esa tendencia ha continuado. Los ingresos de Apple procedentes de iPhone descendieron en 19.000 millones de dólares en los nueve meses que concluían en junio. Las ventas de todo lo demás aumentaron en un total de 12.600 millones de dólares, lo que muestra la rapidez con la que la división de servicios está compensando las nuevas carencias.
Esa contribución seguirá creciendo una vez que la nueva línea de servicios de la compañía —los contenidos de video en streaming, Apple Pay y los juegos— comience a calar. Según una estimación de Morgan Stanley, la contribución a los servicios seguirá creciendo y podría generar alrededor del 60% de los ingresos de Apple en los próximos cinco años.
En conclusión
El actual repunte de Apple está respaldado por mejoras reales de los fundamentales y alguna reapreciación del riesgo que los analistas habían asociado con la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Seguimos recomendando las acciones de Apple a los inversores a largo plazo que quieran tener una empresa tecnológica sólida en su cartera.
Julio Fernández
Un artículo de investing.com
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