No vengo a descubrirles nada nuevo si les cuento que se conoce a octubre como el mes volátil por excelencia. Los más experimentados en bolsa sabrán, por la evolución del CBOE Volatility Index, que el décimo mes del año suele venir acompañado de un miedo mayor y que, durante los últimos 30 años, ha repuntado de media más de 21 puntos, según apuntan los expertos de Macro Risk Advisors a la CNBC.
Será interesante ver si, una vez más, se cumple el guion, coincidiendo además con importantes fechas en el calendario, pues es en octubre cuando se prevé un nuevo encuentro Estados Unidos-China y octubre también cuando vence el plazo para el Brexit. Nosotros hemos decidido ir un poco más allá e intentar desmontar el mito, aludiendo a una serie de factores que, en contra de lo habitual, podrían venir a poner fin a esta habitual creencia.
En los últimos años no ha sido así
Hemos decidido recoger los porcentajes de volatilidad que ha experimentado este índice desde 2014. Y, para nuestra sorpresa, vemos lo siguiente:
- 2014 – El mes más volátil fue junio, cuando el VIX repuntó un 46,50%.
- 2015 – El mes más volátil fue agosto, cuando el VIX repuntó un 134,57%.
- 2016 – Aquí si se cumple el guion: el VIX repuntó un 28% en octubre.
- 2017 – El mes más volátil fue noviembre, cuando el VIX repuntó un 10,81%.
- 2018 – Aquí volvemos a ver octubre como el mes más volátil, con subida del 75,17%.
La conclusión a la que llegamos es que, al menos en los últimos cinco años, octubre no siempre ha sido el mes más volátil.
Partimos de un mes de septiembre excepcional
Si octubre es el mes del miedo, septiembre nos tenía acostumbrados a ser un mal mes para las bolsas. Pero 2019 no ha sido el caso. El Ibex 35 termina septiembre con un repunte cercano al 5% (su segundo mejor mes después de enero), lo que le lleva a acumular una revalorización anual del 8,7%. Similar es el caso del Dax, que cierra el pasado mes con un repunte del 4,09%, su cuarto mejor mes del año hasta la fecha. Ya sabemos que el selectivo español va algo más rezagado que el resto, pues el selectivo alemán acumula ya un avance anual del 17,72%.
Es verdad que últimamente hemos visto poca volatilidad en el mercado, y que eso podría estar abonando el terreno para un mayor movimiento en octubre, pero también es verdad que no hemos visto a los inversores muy alterados por ningún motivo en bolsa. Y eso que en septiembre hemos seguido hablando de guerra comercial, se ha producido el impeachment a Trump y han escalado las tensiones en Oriente Próximo. Pero los activos considerados ‘refugio’, como es el caso del oro o podría ser el del bitcoin, cierran septiembre con caídas respectivas del 3,69% y del 13,4%.
No esperamos grandes novedades a nivel político o empresarial
Ya lo comentábamos al principio. Es verdad que este mes de octubre será particularmente ‘movidito’ en el plano geopolítico. El día 10 las conversaciones entre Estados Unidos y China podrían reanudarse en Washington, pero a la vista de los últimos comentarios y tweets por parte de ambas potencias, no parece que el contexto esté preparado para grandes cambios en sus posturas. Otro tema sería que los inversores decidieran tomarse un respiro en el mercado ante la ausencia de grandes catalizadores en positivo, pero de ahí a desatarse una oleada de miedo, lo vemos complicado desde la tendencia de la que partimos hoy.
También conoceremos una nueva oleada de resultados, ante los que ya estamos bastante preparados -ya asistimos a muchos reajustes de objetivos el trimestre pasado-, y es el mes en el que más tendrán que correr en Reino Unido si quieren cumplir con el plazo dado por Bruselas para que su país abandone definitivamente la Unión Europea (aunque podríamos asistir hasta a una nueva convocatoria de elecciones, a juzgar por como está la situación ahí arriba).
Un dato interesante más sobre octubre que nos ofrece también la CNBC. “En los años previos a las elecciones, los meses de octubre han tendido a ser planos, con el S&P ganando de media un 0,1% desde 1950”.
Los bancos centrales no moverán ficha
Los bancos centrales dispararon mucha munición en septiembre. Fue el mes de los grandes anuncios por parte del Banco Central Europeo, de los recortes de tipos a ancho y largo del planeta y de la segunda rebaja de tipos por parte de la Reserva Federal. Aunque habrá nuevas reuniones este mes (el día 24 el BCE y el día 30 la Fed), el hecho de que lleguen prácticamente a final de mes y también de que, según el Barómetro de Tipos de la Fed, no se esperen nuevos movimientos en Estados Unidos, enfrían las posibilidades de que la volatilidad sea extrema en los mercados.
Entonces, ¿qué hacemos en octubre?
Decía Moisés Romero en uno de sus últimos análisis que,
“La estadística demuestra que es un buen mes de entrada en bolsa, bajo la premisa de la anticipación a la recta final del año y principios del ejercicio siguiente. ¿Por qué? Porque es en este periodo cuando se producen las entradas ciertas de dinero procedentes de fondos de pensiones y de los excedentes del ahorro. Pero supongamos que produce un crash, una nueva versión del pánico global. ¿Qué hacer? Comprar todo lo que se pueda (y deba, no vale acaparar acciones como si fueran barras de pan), porque detrás de un crash siempre hay una oportunidad histórica de compra.”
No es el único que se muestra positivo aún y asumiendo que pueda ser un mes volátil. Los expertos de Bespoke Investment Group afirman a la CNBC que, pese a que entre 1983 y 2018 octubre ha oscilado siempre entre ganancias y pérdidas, tiene tendencia a terminar en positivo.
“Aunque en líneas generales podríamos ver debilidad en los primeros días, la tendencia suele llevar al S&P a acumular ganancias al término de mes, terminando con ganancias medias cercanas al 2%”, aseguran.
Un artículo de investing.com
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