En el mes de enero de este año que estamos terminando, hablábamos en esta misma sede de la fase de complacencia que estábamos viviendo en los mercados. Las lecturas de volatilidad eran muy bajas, el dinero no paraba de entrar en fondos de inversión. El VIX se movía en niveles de 10 de forma continuada. Los mercados americanos estaban batiendo records sesión tras sesión. Un mercado alcista de más del 300% en todos los índices de referencia en EEUU no puede más que calificarse de histórico.
El DAX no se ha quedado atrás, pues ha vivido una racha alcista de 10.000 puntos desde los mínimos de marzo de 2009 y tan sólo ha devuelto 2600 puntos desde los máximos del mes de enero. Casi un 20%. La frontera entre una corrección técnica saludable y el inicio de un mercado bajista.
Pero ahora nos encontramos en una tesitura que podríamos decir totalmente opuesta al momento de complacencia de hace diez meses. Comenzamos a hablar de pesimismo. Analistas, gestores, periodistas especializados… casi todos empiezan a incorporar a sus discursos la palabra pesimismo. Comienzan a acumularse las recomendaciones, augurios, informes, predicciones, lecturas de indicadores adelantados. El 20 de noviembre en su perspectiva para 2019 para sus clientes, Goldman Sachs recomendaba ponerse en liquidez y mirar a los mercados hacia abajo, comprar sólo acciones en sectores defensivos ante el temor de una posible recesión. El martes los mercados americanos se dejaban más de un 3% porque la curva de tipos de los bonos norteamericanos de 2 y 10 años se está aplanando y esa circunstancia, cuando se ha producido históricamente, ha anunciado una recesión con casi dos años de antelación. La guerra arancelaria del Presidente Trump con China, día sí y día no con declaraciones contradictorias. Bloomberg señalando que vivimos el peor momento para invertir en los mercados desde 1972.
Como escribió John Maynard Keynes: “In the long run we’re all dead”.
Al final, siempre es lo mismo, todos los meses, todas las semanas, todos los días tenemos un evento con el que explicar una subida o una bajada de los mercados. Tipos de interés, renta fija, guerra comercial, Brexit, Italia… todas las Bolsas reaccionan de forma colegiada como sostiene Antonio Sáez del Castillo, paladín de la manipulación de los mercados.
Es complicado sostener esto y lo contrario cuando los mercados se han desplomado hoy al unísono un 3%, pero no estamos ante un mercado bajista todavía. No hemos caído aún ni un 20% de media desde los máximos anuales. El pesimismo imperante pretende infundir el miedo a los inversores y sacar papel para mover la barca, pero si fuéramos militantes de la teoría de la opinión contraria estaríamos apostados en la trinchera para seguir cazando al oso. En el fondo la Bolsa es la gestión de la probabilidad y la estadística, por lo que da igual el lado del mercado en que nos encontremos; hay que gestionar las probabilidades para estar en el lado correcto.
De momento, los índices principales están en la base del canal bajista y hay que cerrar un año y que ya está en negativo. Pasar de la complacencia al pesimismo es sólo cuestión de borrar los soportes en el gráfico. Debajo no hay nada. Pero arriba tampoco.
Buen trading
Mario de Angeles
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