El servicio de consultoría jurídica tiene como objeto el asesoramiento legal para dilucidar y resolver asuntos complejos normativos. Dada la gran magnitud de las disposiciones legales y el acelerado régimen de cambio que involucran las actuales relaciones económicas y de inversión, es muy conveniente contar con el consejo experto de profesionales especializados.
Las operaciones de inversión en la bolsa son ejemplo de ello, ya que implican la realización de negociaciones, compra y venta de valores (acciones de sociedades o compañías anónimas, bonos públicos y privados, certificados, títulos de participación y una amplia variedad de instrumentos de inversión), en las cuales es susceptible que se produzca ganancia o lucro en el capital de inversionista.
Por ello, se requiere asesoría especializada en aspectos como la tributación aplicable a este tipo de operaciones como la que ofrece gdlegal a las pequeñas y medianas empresas, aportando un enfoque preventivo y, que hoy día se requiere antes de llevar a cabo cualquier transacción económica.
Las fuerzas del mercado
Los participantes de la Bolsa son básicamente los demandantes de capital (empresas, organismos públicos o privados y otras entidades), los oferentes de capital (ahorradores, inversionistas) y los intermediarios.
Ahora bien, como toda actividad económica lícita que conlleva la obtención de lucro o ganancia, genera el pago de tributos. Así, para muchas personas naturales o jurídicas, conocer y manejar el sistema tributario de su país no es cosa fácil. Para vislumbrar su contenido se puede afirmar que el mismo comprende el conjunto de cargas impositivas exigidas por el Estado a todas las personas que adquieran un enriquecimiento por las actividades realizadas en su espacio territorial, y en el caso particular de España, es exigida por los distintos niveles de las Administraciones Públicas.
Con el fin de ilustrar un poco más el régimen impositivo de las actividades de inversión, y del principal gravamen para el inversor particular, en el siguiente epígrafe se habla en profundidad sobre la naturaleza del IRPF.
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
Esta es una figura impositiva perteneciente al sistema tributario español, cedido parcialmente a las Comunidades Autónomas (CCAA), de carácter personal, progresivo y directo que grava la renta obtenida en un año natural por las personas físicas residentes en España de acuerdo con su naturaleza y sus circunstancias personales y familiares.
La regulación vigente del IRPF se encuentra en la Ley 35/2006, del 28 de noviembre (LIRPF), modificada por la Ley 26/2014, del 27 de Noviembre, y en su Reglamento, aprobado por el Real Decreto 439/2007, del 30 de marzo (RIRPF), modificado por el Real Decreto 1003/2014, del 5 de diciembre.
Se aplica por la venta de acciones
Aun cuando la venta de acciones no está sujeta a retención, si es necesario incluir las operaciones realizadas en la Declaración de la Renta, con el consiguiente pago del IRPF correspondiente por las plusvalías obtenidas, es decir por la diferencia entre el precio de compra y venta.
Estas plusvalías tributan en la base imponible del ahorro, aplicándose por ganancia de hasta 6.000 €, un 19 %: ganancias entre 6.000 y 50.000 €, un 21 %; ganancias superiores a 50.000 €, un 23%.
Se aplica retención de entre el 19 y el 23% (dependiendo del importe cobrado). Si se trata de dividendos de acciones extranjeras, además de la retención de la Agencia Tributaria española existe otra retención de acuerdo al país de origen.
Para los dividendos que se pagan mediante derechos canjeables por nuevas acciones, una novedad desde 2017 es que la venta de los mismos en el mercado también está sujeta a retención, como si se tratara de un dividendo en efectivo.
En algunos países se gravan las operaciones en bolsa, mediante el TTF en Francia (0,30%), el FTT en Italia (0,10%) y el Stamp Duty en Reino Unido (0,50% sobre las compras), un coste a tener en cuenta al invertir en estos mercados.
Modelo 720 Declaración sobre bienes y derechos situados en el extranjero
Se trata de una declaración informativa bastante engorrosa, donde el contribuyente informa a la Agencia Tributaria sobre los bienes tiene fuera de España, entre los que se pueden encontrar acciones compradas mediante un broker asentado en el extranjero, que es aquella persona que por oficio actúa como intermediaria en operaciones de compra y venta de valores financieros y de acciones que cotizan en bolsa.
En definitiva, es muy conveniente estar al tanto de nuestros deberes como inversor ante el fisco, pero si nuestra especialización se limita a las transacciones bursátiles, es posible externalizar el servicio de consultoría jurídica y la gestión del pago de impuestos. Esto tiene muchas ventajas para el trader, ya que solo debe dedicarse a mover su capital y conseguir ganancias, con independencia del régimen impositivo que deba cumplir después.
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