“No hay comparación ninguna entre nosotros y el POPULAR, tanto por tema de liquidez como de solvencia o de coberturas del negocio inmobiliario”. Así se despacharon “fuentes” próximas a LIBERBANK el 9 de junio tras cerrar la sesión con una caída del 18,32%, habiendo rozado el 41% de descalabro en el intradía.
El mercado tiene memoria. Por mucho que algunos se empeñen, lo que ha de suceder, sucederá y por mucho que la CNMV prorrogue la prohibición de cortos hasta el mes de noviembre, el dinero no se va a quedar en la entidad.
La prohibición de cortos es un mecanismo perverso, y en LIBERBANK, durante los tres meses que ha durado la primera de las restricciones, probablemente el núcleo duro de la compañía se ha dedicado a sacar papel al mercado desde los 0,83 euros que cotizaba ese 12 de junio, haciendo subir la cotización en torno a un 30%,. Y si los incautos minoristas, protegidos por la prohibición de posiciones cortas, se pensaban que el valor no podía bajar, el pasado día 7 de septiembre los felices poseedores de los papelitos se encontraron de bruces con el anuncio de una ampliación de capital por importe de 500 millones de euros.
Los inversores salieron en estampida. 20 millones de títulos cambiaron de manos, y es más que probable que ese mismo núcleo duro haya sido el que haya dado la contrapartida a todos estos minoritarios para recomprar los títulos a… 0,85 euros. Todo un negocio. Como gráficamente señalaban en “El Lobo de Wall Street”: – el juego consiste en pasar el dinero del bolsillo de tu cliente a tu bolsillo-.
La manipulación es de libro. Empapelamos a 1 euro al minorista y se las recompramos a 0,85 euros al provocar su pánico vendedor con el anuncio de una ampliación de capital para sanear la entidad.
Dejando a un lado la utilidad o inutilidad de la prohibición de cortos, un ampliación de 500 millones de euros, que supone prácticamente la mitad de su valor en bolsa, no es una operación fugaz que haya sido concebida en una semana. Muy probablemente, cuando las “fuentes” señalaban el 9 de junio que no había comparación entre LIBERBANK y el POPULAR, esas mismas “fuentes” ya estaban discutiendo sobre la mesa los detalles de la ampliación para sanear el banco; no para financiar una operación, o para pagar un dividendo a los accionistas, para sanear el banco. Dicho en román paladino, el “banco está muerto, vamos a pedir dinero para que se lo embolsen los dueños de la funeraria y pagar, además, los gastos del sepelio”.
Cuando se efectuó la última ampliación del POPULAR, ya sugerimos que lo que tenía que hacer la CNMV era suspender la cotización del valor, para dejar de hacer sufrir a sus accionistas minoritarios con un proceso irremediablemente bajista.
Ahora LIBERBANK está de nuevo en el club de las “penny stocks”, anulando el efecto del contrasplit realizado el 11 de enero de 2016 de una acción nueva por cada tres antiguas para dar más visibilidad al valor. Vaya si lo lograron, pues LIBERBANK ocupó las portadas de mercados en las cinco sesiones siguientes al reagrupamiento por dejarse un 30%. En tan solo 24 sesiones desde el contrasplit, LIBERBANK volvió a cerrar por debajo del euro.
El gráfico no miente, LIBERBANK tiene un aspecto bajista que da miedo, y la directriz bajista que lo empuja es el camino más recto hacia el 0. Porque hasta no hace mucho, el concepto de cotización 0 era prácticamente una construcción teórica de la matemática financiera, pero el asunto del POPULAR nos ha demostrado que la realidad supera a la ficción. Y los bajistas que estaban apostados en sus cortos salieron con la mejor operación de sus vidas. Ya el 6 de noviembre del año pasado escribí a propósito del POPULAR que la línea recta era el camino más corto entre dos puntos, ahora con LIBERBANK, a buen seguro, vamos a asistir a una nueva pantomima que acabará… ya sabemos cómo.
Buen trading
Mario de Angeles
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Claudio Pascual dice
Obviamente no sabes.