8 de julio de 2014
“El equilibrio emocional de la vida personal afecta inevitablemente al equilibrio emocional para el trading, puesto que te hace posicionarte de forma parcial, impidiendo que la mente esté preparada para tratar de leer lo que el mercado nos muestra, aun contra nuestras expectativas”
Soy de la corriente de pensamiento que opina que no tiene sentido tratar de neutralizar nuestros sentimientos para desarrollar un mejor trading. Tratar de convertirnos en máquinas es imposible. Para eso están los robots de trading, y aun así, corremos el riesgo de paralizar la operativa, modificar la estrategia antes de que fuera oportuno, o correr el riesgo de obcecarnos con mantenerla cuando ya no funciona…
No es posible entrenarnos para no sentir ni frío ni calor, ni ansiedad ni tranquilidad, miedo o euforia. Nuestra estructura mental está construida de una forma que hace esto inviable. Por lo tanto, ir contra natura es garantía de desastre; es como dirigirnos contra una fuerte corriente de agua tratando de nadar voluntariosamente lo más fuerte posible.
La voluntad es una cualidad positiva, pero que sin control, puede volverse totalmente destructiva.
Necesitamos la Técnica mental. Me refiero a una Técnica que nos convierta en “habitantes” del mercado. Que notemos con naturalidad que ese es nuestro hábitat normal, que nos desenvolvamos con soltura en él. Necesitamos desarrollar una Técnica que inconscientemente permita que nuestros sentimientos se expresen con normalidad, a la vez que no hacen potencialmente destructivo nuestro trading. Que nuestras acciones no tengan que suponernos sacrificio (Ej: cuando hay una reunión relevante del BCE, y existe riesgo evidente de volatilidad, yo nunca opero; mi Método de trabajo es ese, y no sufro ni un poquito por no estar dentro del mercado; no me supone sacrificio ni esfuerzo, ni tentación)
Adicionalmente, y esto es algo que muchos obvian, tenemos que integrar los sentimientos y sensaciones provenientes de nuestra vida personal. Los traders y aspirantes a traders tratan de concentrarse en controlar las sensaciones que les provoca el trading, pero imaginad cómo de controlada va a ser la jornada de tarde de un trader no profesional, que esa misma mañana ha discutido con su jefe en el trabajo, y que el día anterior recibió una multa de tráfico de 400€, por poner un ejemplo. Porque estas cosas suceden. Y si no son estas son otras diferentes como preocupación por cuestiones varias de los hijos, relación con la pareja, situaciones de salud o económicas complicadas de familiares o amigos, discusiones con seres queridos, etc.
El equilibrio emocional de la vida personal afecta inevitablemente al equilibrio emocional para el trading, puesto que te hace posicionarte de forma parcial, impidiendo que la mente esté preparada para tratar de leer lo que el mercado nos muestra aun contra nuestras expectativas.
El conocimiento amplio de nuestra esencia nos permite saber, sin dudarlo, como somos, que sensaciones experimentamos, por qué las experimentamos, y de qué forma reaccionamos. Conociendo esto con amplitud podemos disciplinarnos para obrar de una u otra forma.
Por poner 2 sencillos ejemplos sin desarrollar:
*Me ocurría que tras haber planificado y esperado con paciencia un trade, si entraba al mercado y mi stop era barrido, trataba de volver a entrar en al menos 2 ocasiones más a los pocos minutos. Lo más destructivo de esto no era volver a intentar abrir la posición, ya que es posible que “el ruido” del mercado hubiese hecho de las suyas, sino la estrechez de miras que yo tenía en esos momentos. Mi forma de pensar era de “mi idea es buena, pero el mercado me ha barrido. Hay que entrar de nuevo lo antes posible. No puedo perder este trade, y seguro que se va a ir en la dirección que yo he pensado en breves minutos”
Esta forma de pensar era nefasta. No era nefasto que yo volviese a tratar de entrar al mercado si mi Método de trabajo lo permitiese. El problema radicaba en la estrechez de miras que yo tenía en ese momento. Me había convertido en un “voluntarioso mulo de carga que lo único que es capaz de hacer es seguir con fuerza hacia adelante”.
He logrado neutralizar esta sensación llevando a cabo diversos ejercicios mentales con mucha constancia, y sobre todo con el tiempo, en el que la mente va madurando. Ahora un trade malo es eso mismo “un trade malo”. Estudiar si el fallo ha estado en el nivel o en la dirección de la tendencia, y a por otro cuando surja.
*También me ocurría que, tras haber tenido un día de tensión, nervios, o simplemente muy intenso a nivel de trabajo, si me “tocaba” sesión de trading ese día simplemente me sentaba a tratar de hacerlo lo mejor posible como un mandado. De nuevo mucha voluntad, pero sin Técnica.
No es posible hacer buen trading si se han trabajado 7 horas previas con intensidad, se ha tenido estress en el trabajo ese día, o tu mente tiene varias cosas importantes y delicadas en las que pensar. Es lo mismo que un atleta de 3.000 metros obstáculos se plantee ganar una carrera habiendo salido de juerga y cubatas el día anterior hasta altas horas, o bien, haber corrido en otro torneo el día de la víspera. Eso se vería ridículo a todas luces por nosotros, nos provocaría la risa y no apostaríamos por él, sin embargo, vemos tan normal sentarnos a hacer trading en unos momentos que no deberíamos ni abrir la pantalla.
A eso mismo llamo yo sentirse en el hábitat del mercado. Ser consciente de lo que debo hacer, cuando debo hacerlo, y cuando no debo hacerlo. Pero sin que cueste ningún sacrificio. Simplemente porque yo lo sienta con naturalidad.
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