Existe en política la costumbre de distinguir entre el inversor y el especulador en función del ciclo económico que les toque “gobernar”. Las comillas son porque al igual que el ingenuo ecologista de salón no salvará el planeta poniendo un me gusta en Facebook, los políticos no dirigen la economía. Todo lo más la corrompen o simplemente la entorpecen. El inversor es ese caballo blanco creador de riqueza que llega a dejarnos su dinero y provocar crecimiento económico. El especulador, sin embargo compra barato y vende caro para ganar dinero, sin crear nada. El malo, el del caballo negro.
En este contexto, el año pasado el gobierno decidió luchar contra la especulación, y el actual ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, dijo:
-«Es injusto que las plusvalías obtenidas en un sólo día operando en bolsa tributen igual que las generadas a largo plazo.»
Esta lucha contra el especulador se plasmó en un cambio en la legislación sobre las ganancias patrimoniales en el IRPF. El tipo impositivo variará ahora según el tiempo, más o menos de un año, que hubiera permanecido el valor en el patrimonio del contribuyente; además de con el importe de la plusvalía. Si las acciones que vendes las has tenido en tu poder menos de un año se integrarán en tu base imponible general, tributando al tipo marginal junto con tus rendimientos del trabajo. Todo esto también hace que cambie la forma de compensar las minusvalías con las plusvalías, ya que las operaciones de más de un año sólo pueden compensarse entre sí, y las operaciones de hasta un año sólo pueden compensarse entre ellas también.
Con lo que encontramos que la diferencia entre el especulador y el inversor según nuestra clase política es si hemos hecho la operación en más o menos de 365 días. No se por qué alguien puede pensar que es justo gravar más las operaciones a menos de un año ya que también podríamos pensar que se quiere reservar la acción bursátil al que tiene suficiente dinero ya sea para esperar que transcurra el año o para adquirir un futuro que, bien gestionado, le cubrirá el sobrecoste fiscal logrando evitar la limitación temporal.
El maldito especulador castigado y contra el que se lucha, al final ha sido el de siempre. El pobre ingenuo que operaba por su cuenta y riesgo, a cara descubierta-como persona física- y con poco dinero. Otra operación de maquillaje del poder para sacar músculo en las portadas de los periódicos, pero que en ningún caso previene de las operaciones intradía, que es contra lo que se decía querer luchar.
Esto es de aplicación en la renta de 2013 así que queridos traders empezad a hacer números que no queda tanto para acabar el año fiscal. Al final no eres más que lo que te dejan ser, ni especulador ni inversor. Eres sujeto pasivo o no, depende de ti.
Daniel López
Licenciado en Empresariales
Director financiero
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JESUS GARCIA dice
Y después de habernos convertido en especulador por pérdidas a largo de años anteriores va y nos quitan este buen año de ganancias no puedes compensar con pérdidas a 4 años atrás maltido Montoro y quien me devuelve las pérdidas anteriores solo podrás compensar con dividendos que ya sean llevado creo el 20% abuso total #PP