Tras los resultados de las primarias en Argentina el pasado domingo, Macri logró un inesperado 32% de votos frente al 47% del peronista Alberto Fernández. Esto ha provocado negativas y contundentes repercusiones en los mercados debido a la alta fiabilidad de estas encuestas y a un recordatorio de las políticas llevadas a cabo en los anteriores mandatos por el equipo económico de Fernández de Kirchner con la manipulación datos, el cierre de la economía al exterior y la negativa a pagar la deuda. En cambio, Macri fue acusado por los votantes por su programa de austeridad, que ha causado una gran recesión, un alto desempleo y niveles de inflación.
Esto se ha visto traducido en la posible creación de otra crisis de divisa, debido a la repentina y drástica caída libre ayer del ARS/USD y su continuación en el día de hoy. La moneda sufrió una depreciación de hasta un 30% con respecto al dólar, intercambiándose a un mínimo récord de 65 dólares por cada peso argentino. Ante esta situación, el Banco Central de la República Argentina se vio obligado a intervenir en el mercado para impedir que se depreciase más todavía.
Esta devaluación implica una gran inestabilidad en el tipo de cambio y una alta inflación para la población local, ya que la divisa comprará menos que antes. Estas expectativas de pérdida de valor de la moneda y de poder adquisitivo es lo que puede impulsar el desarrollo de una crisis de divisa.
Gracias a tal caída, se ha producido una fuga de capitales por parte de los inversores extranjeros, ya que se ven afectadas por una disminución de valor frente a su país de origen y disminuye la confianza sobre la estabilidad de la economía.
Esto se puede ver reflejado igualmente en las compañías y, a su vez, en el S&P Merval, con una gran fuerza de posiciones vendedoras que han provocado el desplome del índice del 37%, la mayor pérdida de su historia en un día, alcanzando los 27.530,80 puntos, mínimos de septiembre de 2018.
El mercado de deuda también se vio afectado, con un temor a impago. El coste para asegurar la exposición a la deuda soberana aumentó 938 puntos básicos y los swaps de incumplimiento crediticio (CDS) argentino a 5 años aumentaron hasta 1,955 puntos básicos, ofreciendo una probabilidad de impago del 74,27%. Por otro lado, existe el temor de que la ayuda que iba a recibir Argentina por parte del FMI, gracias a que Macri se comprometió a pagar la deuda, no llegue a ser percibido por el país. Junto con las políticas de Macri, estos fondos ayudarían a impulsar el país. La concesión de 50.000 millones de dólares se iba a aprobar a principios de octubre, pero con las elecciones generales el 27 de ese mismo mes puede que se replante.
Estos hechos y el aumento de la inestabilidad de la economía podrían conducir a un aumento de la presión bajista sobre la moneda, pudiendo llegar a entrar en un círculo vicioso.
La situación de la economía argentina no solo afecta a las empresas locales, sino también a aquellas que tengan inversiones en el país latinoamericano. De las empresas españolas, se podría destacar a Telefónica, BBVA y Santander.
Éstas se pueden ver afectadas por un aumento de la inflación y, por lo tanto, una pérdida del poder adquisitivo, por lo que se podría ver repercutido en sus ingresos y, por otro lado, la hiperinflación también provoca impactos contables. Con el aumento de la inestabilidad de la divisa también aumentan los costes para cubrir el riesgo divisa. En el caso de Telefónica, según los resultados de enero a junio de 2019, obtuvo un importe neto de la cifra de negocio de 1.214 millones de euros, lo que supuso un 36,18% del total de Telefonica Hispam Sur y un 5,03% de los resultados consolidados de Telefónica.
En cuanto a las financieras, el impacto se puede ver reflejado también por un aumento de los tipos de interés sobre la inversión crediticia y el aumento de la morosidad. Durante el primer semestre de este año, Banco Santander obtuvo un margen de interés en Argentina de 511 millones de euros, lo que supuso un 2,90% del total de grupo. En el caso de las comisiones netas, obtuvo 241 millones un 4,11% del total, resultando, a su vez, en un 2,25% de su margen neto. Por otro lado, Santander es una de las primeras posiciones en volumen de créditos del país. En cambio, en el caso de BBVA, supone un margen neto de 5,48% respecto al total de la entidad bancaria.
En conclusión, la situación crítica de la economía argentina, y su posible empeoramiento derivando en una crisis de divisa, puede contribuir a la tendencia bajista de dichas entidades, pero su gran diversificación hace que no sufran grandes pérdidas en su valor.
Eduardo Asenjo
Un artículo de investing.com
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