Qué es la biomasa y por qué es uno de los puntos claves en las energías renovables por Ferran Burriel

La industria maderera y la agricultura generan muchos desechos: restos de madera y poda, serrín, cáscaras de frutos secos o huesos de aceituna, entre otras cosas. Toda esta biomasa es un subproducto que arde muy bien. Por eso, es posible aprovechar la energía de su combustión para crear electricidad por medio de calderas industriales. Pero su uso más común es como fuente de calor para sistemas de calefacción en viviendas, locales comerciales e instalaciones industriales. Esto implica abandonar la electricidad para calefacción, lo que reduce el consumo energético convencional y su coste. El precio de la luz se hace así más llevadero.

La biomasa es de las energías renovables de aprovechamiento más sencillo, inmediato, eficiente y que más valor añadido presenta: se obtiene energía al mismo tiempo que se soluciona el problema de la acumulación de desechos del campo. Además, no altera el equilibrio de carbono atmosférico que provoca el cambio climático, ya que el CO2 que se emite en la combustión es el mismo que se captó del aire en el crecimiento de esa misma vegetación.

Las renovables han llegado para quedarse y poco a poco se dejará de depender de los combustibles fósiles. Eso se reflejará en la factura de la luz. Los costes de las renovables no dejan de bajar y eso reduce el precio del kWh, máxime ahora que se prevé el fuerte apoyo de la UE al autoconsumo energético.

Es un sector en auge y que mira al futuro con responsabilidad. Es un cambio de paradigma en lo que refiere al aprovechamiento, la gestión, la distribución y los costes de la energía. De hecho, algunas comercializadoras de electricidad ya usan solo energías renovables, lo que indica la fuerza y empuje que tiene este modelo y las consecuencias que tiene en el precio de la luz.