Si crees que hablar con tu hermana o con tu madre te valida para ligar a una chica en un bar, este artículo no es para ti.
En el Trading, como cualquier inversor que apenas empiece puede comprobar, buscamos patrones, indicaciones, señales que nos dejen predecir cuál va a ser la siguiente vuelta de tendencia para posicionarnos los primeros, para entrar o para salir tanto sea en cortos o en largos.
Las plataformas de Trading nos muestran datos de precios en un rango horario determinado durante un espacio de tiempo determinado, esto determina la gráfica que visualizamos para trabajar con ella. Y aquí no hay muchos secretos, las plataformas además contienen indicadores y osciladores que hay que comprender su función para con nuestra imaginación y los datos disponibles aplicarlos en lo que queremos estudiar obrando en consecuencia.
Por si esto no fuera poco, podemos hacer backtests o pruebas mil para ver si nuestro sistema de trading definido hubiera servido para algo en el rango de tiempo visualizado modificando parámetros para optimizar su rendimiento, los cuales analizaremos próximamente con mi humilde experiencia.
Hasta aquí las buenas noticias, los problemas empiezan cuando creemos que optimizando el pasado tenemos claro lo que va a pasar a la derecha del gráfico que vemos. Solo hay una cosa cierta en bolsa. Que jamás se volverá a repetir la serie gráfica igual que la anterior, jamás. ¿Por qué?, sencillo, los gráficos están formados por precios de ejecución de operaciones, y estos no son lineales la mayoría de las veces, tienen pequeños saltos en función las personas o los robots detrás de cada operación han decidido poner estas, y esto jamás se puede repetir, ni siquiera si solo operáramos mi primo y yo y en la misma compañía se daría, pues tanto nuestro saldo como nuestro humor influiría en cada decisión.
Así que cuantos actores a la vez actúan en un futuro del oro o del DAX en una hora determinada, echa cuentas. Nosotros analizamos 300 compañías al día para nuestros clientes y otras 500 en estudio durante por lo menos un año para intentar ofrecer sistemas con garantías, y en ninguna de ellas, repito, en ninguna de ellas tenemos la más remota idea de lo que va a suceder mañana y menos dentro de una semana o un mes, sin embargo, en el 90 % de los casos batimos la cotización anual de cualquiera de ellas.
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Esto se consigue haciendo sistemas que, como un buen barco, te lleven siempre y no se hundan con la primera tormenta, aprovechando los buenos vientos para llegar lejos y replegando velas cuando se pone feo. Pues la bolsa como el mar, es impredecible, y tiene los mismos estados, calma chicha, vientos y tormentas.
Y eso es precisamente lo que no tiene un simulador, todo son vientos y si no, los buscamos, le aplicamos indicadores, optimizamos parámetros, buscamos señales más o menos claras y cuando le hemos sacado todo lo que podíamos lo ponemos en marcha y …..hay. Con eso no contábamos, y eso, y eso…
Cuidado con los simuladores, son para aprender, pero el mejor simulador es hacer operaciones con muy poco dinero dando por perdidas las comisiones pero sintiendo de verdad los retrasos de ejecución, los desplazamientos del precio por no haber contrapartida, la rapidez del mercado, sobre todo cuando se da la vuelta, la inmensidad de algo con millones de almas en tu contra, pues tú quieres su dinero y ellos quieren el tuyo.
Piensa en las diferencias de ligar con tu hermana a bajar a un bar y darlo todo y traspásalo al simulador que tienes delante. Y acércate a los mercados financieros como te acercarías al mar embravecido, con unos medios los mejores posibles y mucho, mucho respeto.
Escrito por Pablo Sabirón, de Panda Data Engineering.
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